El De Las Siete Estrellas En Su Diestra
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El De Las Siete Estrellas En Su Diestra
Rev. William Soto Santiago
20 de Febrero de 1980
Cayey, Puerto Rico
Muy buenos días, amados hermanos. Dios nos continúe bendiciendo a todos en esta hermosa mañana en que podemos reunirnos para glorificar a Dios y oír Su gloriosa Palabra.
En esta mañana continuaremos con nuestro tema: “LA GLORIA SÉPTUPLE DEL SEÑOR.” Y en esta mañana leeremos la Escritura en el libro del Apocalipsis, en el capítulo 1, donde nos dice la Palabra de Dios [verso 12 al 16]:
“Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,
y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al hijo del hombre, vestido de una ropa que le llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;
y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como el estruendo de muchas aguas.
Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.”
Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones.
Estamos hablando en esta serie, en este mensaje en serie, estamos hablando de: “LA GLORIA SÉPTUPLE DEL SEÑOR.” Y en esta ocasión estaremos hablando sobre: “LAS SIETE ESTRELLAS EN LA DIESTRA DEL SEÑOR.” Por lo tanto, el tema para esta ocasión será: “EL DE LAS SIETE ESTRELLAS EN SU DIESTRA,” el de las siete estrellas en Su mano derecha.
Para entender lo que esto significa, tenemos nosotros que ver a la luz de la Escritura, para así poder comprender lo que estos símbolos representan en la Palabra de Dios.
Sabemos que el libro del Apocalipsis es un libro simbólico, en donde Dios nos muestra Su Plan, en donde Dios nos muestra Su Programa, el cual Él ha estado llevando a cabo; y nos lo muestra en forma simbólica. Por eso entonces nosotros en este tiempo necesitamos entender los símbolos bíblicos, para comprender correctamente el libro del Apocalipsis.
Por lo tanto, también tenemos que entender que el libro del Apocalipsis es un libro que estuvo sellado a través de los tiempos pasados, y que sería abierto para el pueblo de Dios en estos días postreros, en donde los entendidos entenderían ese libro, por cuanto era un libro que no era permitido entenderlo en los tiempos pasados.
Por lo tanto, este libro del Apocalipsis, siendo un libro simbólico, entonces es necesario que el mismo que le reveló a Juan este libro o todas estas cosas que Juan vio y luego las escribió, conforme a lo que le fue dicho, es necesario (como le fue a Juan) le sea también a los hijos de Dios de este tiempo. Así como a Juan le fue revelado, también a los hijos de Dios le tiene que ser revelado el significado de lo que está en este libro para los hijos de Dios poderlo entender.
Por eso entonces se necesita que el que le reveló a Juan estas cosas, aparezca en la escena para que le revele al pueblo de Dios estas cosas que a Juan le fueron mostradas en símbolos, pero que en este tiempo se necesita conocer el significado de esos símbolos que Juan vio; porque al conocerse el significado de esos símbolos que Juan vio, se estará entonces conociendo ¿qué?, se estará conociendo el cumplimiento de lo que esos símbolos representan.
Así que, siendo el libro del Apocalipsis tan importante y prometido ser abierto para el pueblo de Dios en estos días finales, para que el pueblo de Dios lo conozca y sepa la hora en que vive y sepa el plan de Dios del pasado, del presente y del futuro, entonces es necesario que Dios cumpla la promesa que Él ha hecho para este tiempo.
Juan representó al pueblo escogido de Dios pasando por diferentes edades, pasando por las siete edades de la Iglesia gentil, en donde Dios ha estado escogiendo un pueblo para Su Nombre de entre los gentiles. Esa Obra que Dios ha estado haciendo a través de la segunda dispensación, fue la Obra que Él prometió que Él haría entre los gentiles para Él tomar un pueblo para Su Nombre.
Es un misterio, para muchas personas, que Dios haya dejado de tratar con el pueblo hebreo por aproximadamente dos mil años, para tratar entonces con gentiles, y de entre ellos escoger personas para formar un pueblo para Su Nombre. Es algo que la mente humana no puede entender, pero que es lo que fue prometido en la Palabra de Dios; es profecía cumplida para nuestro tiempo.
Ya Dios está por regresar nuevamente al pueblo hebreo para tratar con ellos espiritualmente; esto nos muestra que ya el tiempo de los gentiles ha llegado a su fin. Porque está escrito que Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que el tiempo de los gentiles haya terminado.
Así que nosotros, conociendo estas escrituras y sabiendo el día en que estamos viviendo, entonces entendemos que ha llegado el tiempo para los entendidos entender lo que Dios le dijo al profeta Daniel que sería dado a conocer a los hijos de Dios en el tiempo final. Pues Dios le dijo al profeta Daniel: “Cierra el libro, sella el libro hasta el tiempo final.” Dijo que los entendidos entenderían en este tiempo final.
A Juan el teólogo, el discípulo amado, Dios le dijo: “Sella lo que los Truenos hablaron, y no lo escribas.” Por lo tanto, estas cosas, en otros tiempos no fue permitido entenderlas ni fue permitido que se escribiesen, son las cosas que Dios dijo que serían abiertas a los hijos de Dios para que ellos las entendiesen en el fin del tiempo.
Hemos llegado al fin del tiempo, donde los entendidos entenderán estas cosas, en donde los entendidos entenderán todos estos símbolos que Dios mostró a Sus profetas y a través de los cuales Dios mostró la Obra que Él llevaría a cabo; y mostró también todas las cosas que estarían aconteciendo sobre esta Tierra. Dios las mostró en símbolos, para que así, cuando llegase el tiempo de ser entendidas, Dios entonces se movería a la escena y daría a conocer el significado de esos símbolos; entonces se conocería el cumplimiento de lo que Dios mostró en símbolos.
Aquí encontramos, en esta ocasión, a uno con siete estrellas en la mano. Nosotros sabemos, a través de la Escritura, que las siete estrellas son los siete ángeles o siete mensajeros de las siete edades de la Iglesia; pues así nos es enseñado en el verso 20 del capítulo 1 de Apocalipsis:
“El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los siete ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.”
Aquí podemos ver los siete candeleros: son las siete iglesias o las siete edades de la Iglesia, las cuales fueron tipificadas por siete candeleros, y fueron representadas por las siete iglesias que existieron en Asia. Así que encontramos que esas siete iglesias existieron en siete lugares en Asia, y vinieron a ser las que representaron a la Iglesia del Señor, la cual pasaría por siete etapas o siete tiempos, los cuales fueron reflejados en aquellas siete iglesias de Asia.
Y las siete estrellas son los siete ángeles o siete mensajeros de esas siete edades de la Iglesia.
Por lo tanto, aquí nosotros podemos ver que Dios, siendo un Dios tan grande, Él hace las cosas tan simples y tan sencillas para los hijos de Dios, para que así ellos puedan comprender las cosas cuando llega el momento para entenderlas. Dios, toda Su revelación, todas las cosas que Él le da a entender a Sus hijos, Él las enseña, Él las muestra, Él las tipifica con cosas naturales que ya los hijos de Dios conocen; o sea, cosas conocidas para los hijos de Dios, cosas conocidas entre los seres humanos. Por eso, aquí encontramos que Dios representa a sus siete mensajeros de las siete edades de la Iglesia, los representa con siete estrellas, siete estrellas.
Ahora, debemos nosotros entender que los siete mensajeros o las siete estrellas, representaron al Señor aquí en la Tierra en el tiempo del ministerio de cada una de esas estrellas. Encontramos que cada mensajero era tipo y figura del Señor, cada estrella era tipo y figura de la Estrella mayor, de la Estrella de la Mañana. Así que, podemos ver que el Señor representa a Sus mensajeros, a Sus siete ángeles, como siete estrellas; porque el Señor también es una estrella: es la Estrella resplandeciente de la Mañana; pero mientras no ha llegado la mañana, Él entonces se tiene que representar en siete estrellas que alumbran durante la noche en lo que llega mañana.
Y cuando llega entonces la mañana, ya no se necesitan las siete estrellas de la noche, porque ya ha llegado la mañana, en donde la Estrella de la Mañana es la única que se ve con Su mensaje, la única que está por el Este a esa hora de 6:00 a 9:00 de la mañana. Es en esa hora de las 6:00 de la mañana, la hora de la madrugada, en donde aparece la estrella de la mañana alumbrando, resplandeciendo, porque esa Estrella de la Mañana, el mismo Señor dice que Él es esa Estrella.
Por lo tanto, así como aparecieron en la escena terrenal siete estrellas alumbrando durante la noche espiritual de esta humanidad, alumbrando durante la noche de la Iglesia, en donde la Iglesia es representada por la luna, encontramos que así como esas siete estrellas eran la manifestación de Dios en un hombre, en un mensajero, en la porción correspondiente para cada edad, así también, cuando la Estrella de la Mañana aparece en la escena, es la manifestación plena de Dios en esta Tierra en un hombre.
Y eso viene a ser entonces la Estrella de la Mañana, la Estrella del Este, el Mensaje del Este, el mensajero que aparece por los cielos orientales, por los cielos del Este con su mensaje de paz, con su mensaje para el pueblo de Dios, en donde él le muestra un día nuevo que ha comenzado, un día donde la luz va en aumento y en donde todos los hijos de Dios podrán ver esa luz; y a través de esa luz espiritual, de ese mensaje que nos trae Dios en el cumplimiento de la Segunda Venida del Señor, la cual cada día irá en aumento, de tal manera que todos los hijos de Dios podrán ver y entender las cosas que en otros tiempos no fueron entendidas; podrán ver y entender las cosas que en otros tiempos Dios mostró en símbolos, en tipos y figuras, y que en este tiempo Dios les permite verlas a los hijos de Dios en el cumplimiento de lo que aquellos tipos, figuras y símbolos representan en el cumplimiento del plan divino.
Es entonces el que tiene las siete estrellas en Su diestra, el que se presenta como el Juez con esas siete estrellas en Su diestra, y Él entonces, cuando aparece en la escena como la Estrella de la Mañana, entonces ya no se necesitan más las siete estrellas para alumbrar en la noche, porque ya el tiempo de la noche ha terminado para los hijos de Dios.
Cada mensajero, cada estrella, reflejó la luz de la Estrella mayor, reflejó la luz del Sol. Cada estrella, de esas siete estrellas, no tuvo luz propia; por lo tanto, no tuvo mensaje propio. Por esa razón encontramos que el mensaje que cada estrella estuvo reflejando era el mensaje que habría de surgir, que habría de aparecer en la mañana del nuevo día que Dios ha prometido para Sus hijos; estaban reflejando el mensaje que traería el Señor en Su Segunda Venida.
Así que, ellos tuvieron un reflejo. Siendo así, nosotros podemos comprender que el mensaje de cada mensajero de las edades de la Iglesia tuvo un tiempo para ser captado por el mensajero, y luego ser predicado y obtener los resultados de ese mensaje.
Con el mensajero y el mensaje de cada mensajero Dios estuvo en esta Tierra buscando a Sus hijos en ese largo período de oscuridad en esta Tierra, de oscuridad espiritual; pero que Dios iluminó a Sus hijos con la estrella, con el mensajero de cada edad. Dios le dio luz a la edad de cada mensajero. Por lo tanto, con el mensajero y el mensaje de cada edad Dios estuvo buscando a Sus
hijos, y los estuvo recogiendo, los estuvo llamando a través de ese mensaje de cada mensajero. Esa fue la manera en que Dios utilizó durante ese largo período de tiempo de, aproximadamente dos mil años, en donde sobre esta Tierra hay oscuridad.
Pero Dios prometió que después que los siete ángeles hubieran terminado su ministerio, entonces aparecería el Ángel Fuerte, el Ángel Fuerte de acuerdo a Apocalipsis, capítulo 10; el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, el Ángel Fuerte que viene rugiendo como un león, porque es el León de la Tribu de Judá. Viene tronando. ¿por qué?, porque un trueno es la Voz de Dios. Él viene hablando, trayendo el mensaje, trayendo la Voz de Dios. Él es el que viene con los siete Truenos apocalípticos, y con esos siete Truenos apocalípticos él abre todo el misterio que Juan no pudo escribir, y que el profeta Daniel no pudo describir ni abrir; ni tampoco a él le fue abierto ese misterio de este tiempo final. Pero viene uno que desciende del Cielo, de los cielos orientales espirituales, la Estrella de la Mañana, la Estrella del Este, la Estrella resplandeciente de la Mañana, viene el Lucero de la Mañana, como dijo el apóstol San Pedro, para alumbrar el corazón de todos los hijos de Dios; porque el Lucero de la Mañana saldrá en el corazón de cada uno de los hijos de Dios.
Para los hijos de Dios habrá un nuevo amanecer. El apóstol Pedro nos dijo en su Segunda Carta, en el capítulo 1, verso 19:
“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones...”
Así que, podemos ver a través de la Palabra de Dios, que a través de la segunda dispensación, a través de la edad de la Iglesia gentil, se estuvo viviendo en un tiempo de oscuridad, en donde la Palabra profética estuvo presente señalando hacia el futuro, señalando hacia la Segunda Venida del Señor; y manteniendo a la gente a la expectativa esperando la llegada de ese nuevo día, esperando la llegada de ese nuevo amanecer, donde el Lucero de la Mañana aparecería para alumbrar el corazón de los hijos de Dios; para alumbrar el corazón de los hijos de Dios con el mensaje de un nuevo día, de una nueva dispensación; para alumbrar el corazón, el alma de cada escogido, para así que cada escogido pueda entender lo que es la luz de un nuevo día; puedan entender entonces los misterios de los símbolos bíblicos y así puedan comprender correctamente el Plan divino y puedan recibir todas las bendiciones que Dios tiene para Sus hijos.
La Diestra de Dios, la Diestra del Señor. Sabemos que los siete ángeles o siete estrellas, se encuentran en la diestra del Señor; la diestra del Señor, la diestra de Dios es Su poder. Por lo tanto, la manifestación del poder de Dios a través de los últimos dos mil años, estuvo manifestado el Poder de Dios a través de Sus siete mensajeros de las siete edades de la Iglesia. Cualquier persona que desease ver y conocer el poder de Dios manifestado, podía verlo manifestado a través del mensajero de la edad en que estaba viviendo; porque allí estaba manifestada la Diestra del Señor, porque en la Diestra del Señor están las siete estrellas o los siete mensajeros.
Por lo tanto, la manifestación séptuple del poder de Dios fue la manifestación de los siete ángeles o siete estrellas de las siete edades de la Iglesia. El Señor tuvo siete manifestaciones poderosas, siete manifestaciones gloriosas de Su poder. En cada uno de los mensajeros se manifestó una porción del poder del Señor.
Así que, podemos ver, a través de la historia bíblica, a través de la historia de la Iglesia del Señor pasando por siete edades, podemos ver la diestra de Dios, la diestra del Señor manifestada. La diestra del Señor es Su poder, y la manifestación de la diestra del Señor fue la manifestación del poder de Dios a través de los siete mensajeros en las siete edades de la Iglesia gentil.
Podemos también nosotros entender que en cada una de las edades estuvo la Voz de Dios, el Trueno de Dios, lo cual estuvo a través de cada uno de los mensajeros. Siete Truenos fueron escuchados en las siete edades de la Iglesia, uno en cada edad; porque Trueno es la Voz de Dios manifestada. El mensaje del Señor manifestado, hablado en cada edad, es la Voz del Señor, es el Trueno del Señor.
Luego, cuando han terminado el trabajo las siete estrellas que están en la diestra del Señor, ¿qué es entonces lo que queda para ser manifestado? Lo que queda entonces para ser manifestado es: la Estrella resplandeciente de la mañana. Y cuando la Estrella resplandeciente de la mañana aparece, ¿quién es? El que tenía las siete estrellas en la mano, Él dijo: “Yo soy la Estrella resplandeciente de la mañana.” Así que, podríamos decir en esta ocasión: El que tenía las siete estrellas en la mano era también una estrella, era la Estrella más grande de todas las estrellas, era la Estrella mayor, era la Estrella no de la noche, sino de la mañana.
Es fácil ser una estrella en la noche y ser vista esa estrella en la noche; pero es muy difícil ser una estrella en la mañana y ser vista en la mañana, porque ya es de día. Y hay una sola estrella que puede estar en la mañana, cuando ya el día ha comenzado, y puede dar Su luz, Su mensaje, puede ser vista, puede ser vista por el Este.
Por lo tanto, esa Estrella de la mañana es el Ángel mensajero del Este, y recuerden que el Ángel mensajero del Este es el mensajero a Israel. Y el mensajero a Israel es el Señor en Su segunda Venida, conforme al orden de Su Venida, conforme al orden de Su Venida con Moisés y con Elías, como fue visto en el Monte de la Transfiguración; porque en el monte de la transfiguración allí el Señor les estaba mostrando el orden de la Segunda Venida del Señor. Allí Él les estaba mostrando la Venida del Reino; les estaba mostrando allí la Venida del Hijo del Hombre con poder y gloria en Su Reino; por lo tanto, la Venida del Señor tiene que ser como fue vista en el Monte de la Transfiguración.
Si alguna persona puede esperar la Segunda Venida del Señor, tiene entonces que saber que cuando vea al Señor en Su segunda Venida estará también viendo ahí el ministerio de Moisés y Elías; si ve otra cosa, no estará viendo la Segunda Venida del
Señor; podrá estar viendo cualquier otra cosa, menos la Segunda Venida del Señor. Pero cualquier persona que vea la Venida del Reino de Dios en poder y gloria, el Hijo del Hombre viniendo en Su Reino, obligatoriamente estará viendo la Segunda Venida del Señor con Moisés y Elías.
Esos ministerios estarán entonces aquí en la Tierra, y con esos ministerios aquí en la Tierra entonces estará en pleno cumplimiento la aparición de la Estrella de la mañana; porque la Estrella de la mañana es el Señor en Su Segunda Venida apareciendo en una mañana espiritual, para alumbrar y dar Su Mensaje de que ha comenzado un nuevo día, un nuevo día espiritual, una nueva dispensación con un nuevo mensaje; y el Mensaje lo trae la Estrella de la mañana. El Mensaje que trae la Estrella de la mañana anuncia que el sol se ha levantado. El sol siempre se levanta, siempre nace por el Este. Y conforme a la Palabra de Dios, los símbolos de la Segunda Venida del Señor son el sol levantándose en la mañana; esto está prometido en el libro del profeta Malaquías, en el capítulo 4, que nos dice de la siguiente manera… capítulo 4, verso 2 de Malaquías, nos dice:
“Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis y saltareis como becerros de la manada.”
Aquí podemos ver claramente que el Señor muestra Su Segunda venida como el sol naciente, el sol que nace ¿para quién?, para los que temen el Nombre del Señor: “Porque a los que temen Mi Nombre, nacerá el sol de justicia.” A los que temen el Nombre del Señor les nacerá la Segunda Venida del Señor, y ellos verán la Segunda Venida del Señor conforme al orden de Su Venida: con Moisés y con Elías; podrán entonces ver lo que fue visto en el Monte de la Transfiguración. Por eso también allí cuando el Señor se transfiguró delante de Sus discípulos, Su rostro brilló como el sol. ¿Por qué? Porque Su Segunda Venida sería brillando como el Sol de justicia en la mañana.
Podemos entonces entender los símbolos bíblicos de la Segunda Venida del Señor. Dios hace las cosas tan sencillas y la muestra en símbolos tan sencillos para que todos los hijos de Dios lo puedan entender cuando Dios cumpla esas profecías; esas profecías que fueron dadas en símbolo, en su cumplimiento entonces los símbolos dejan de ser símbolos para convertirse en realidades. Y cuando entonces el Sol de justicia se levanta por el Este, hay una estrella, la Estrella de la mañana, que anuncia que el sol se ha levantado.
Y si ustedes pueden observar que el sol es el Señor en Su Segunda Venida; y la estrella de la mañana también representa o simboliza al Señor; por lo tanto, el sol y la estrella representan al Señor en Su venida. La estrella representa al Señor en Su venida como mensajero del Este para dar su mensaje, para anunciar la Segunda Venida del Señor; para anunciar que ya el sol está alumbrando, que ya un nuevo día ha comenzado; un nuevo día donde se podrán hacer las labores de ese nuevo día y se podrá ver la manera de trabajar en ese nuevo día. Por eso el Señor decía en algunas ocasiones: “Mientras el día dura, me conviene hacer ¿hacer qué? las obras del que me envió, hacer las obras del día; porque la noche viene cuando nadie puede obrar.”
Por lo tanto, un nuevo día ha amanecido para los hijos de Dios. Y la Voz de ese nuevo día está alumbrando a todos los hijos de Dios para entender la Palabra de Dios, para entender todos esos símbolos bíblicos que hablan de este tiempo final, y para también entender la historia de la Obra que Dios estuvo llevando a cabo a través de las edades del pasado.
Por eso, sabiendo que estamos en un nuevo día, que estamos en la mañana de ese nuevo día, de esa nueva dispensación, de esa tercera dispensación, entonces conscientes de esa realidad, trabajamos en la Obra de Dios de acuerdo a la Luz que nos alumbra en este nuestro día para saber hacer las cosas de la manera correcta.
Estamos nosotros en este tiempo viendo la diestra de Dios, el poder de Dios, manifestado como Él anunció que sería manifestado. Vimos que el poder de Dios a través de las edades del pasado fue manifestado en cada estrella, para cada edad de
esa estrella o para cada iglesia en cada edad de esas siete edades de la Iglesia; y encontramos que fue una porción del poder de Dios manifestado en cada mensajero.
Ahora vean ustedes que cuando el Señor vino en Su Primera Venida, cada profeta del Antiguo Testamento era una porción de la Palabra de Dios para el tiempo en que vivió; era una manifestación del poder de Dios para el tiempo y edad en que vivió, y era una manifestación del poder de Dios para el tiempo y edad en que vivió; pero cuando vino el Señor en Su Primera Venida, Él era todo el poder de Dios manifestado en carne humana y a través de carne humana. Él era la plenitud de la Palabra de Dios, Él era Dios en toda Su plenitud manifestado en carne humana en esta Tierra. Él era todos los profetas, porque era la plenitud de Dios en carne humana.
Cuando el Señor viene en Su Segunda Venida cumpliendo Su promesa, Él entonces es la plenitud de Dios manifestada en carne humana; Él es entonces todos los siete mensajeros juntos; por eso Él puede ser la Estrella resplandeciente de la mañana. Es una Estrella mayor, es una Estrella mayor a las estrellas que estuvieron en las siete edades de la Iglesia; es un mensajero mayor a lo que fueron los siete mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil; Él entonces es el Todo en todo.
Levantad las cabezas espirituales al ciclo espiritual para ver la Estrella de la mañana que ha de aparecer con el mensaje de paz, con el mensaje Shalom, con el Mensaje de los mensajes; con el mensaje más grande de todos los mensajes, el cual es el Mensaje de la Segunda Venida del Señor, el mensaje de que el Sol de Justicia se ha levantado para alumbrar a todos los hijos de Dios. Que el mensaje que trae esa estrella, es un mensaje que anuncia lo que todos los hijos de Dios han estado esperando.
Porque a todos los que temen el Nombre del Señor nacerá el Sol de justicia. Y la Estrella resplandeciente de la mañana les anuncia a todos los que temen el Nombre del Señor: QUE EL SOL DE JUSTICIA HA NACIDO. SE HA LEVANTADO EL SOL DE JUSTICIA; LA SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR SE HA CUMPLIDO, PARA ALUMBRAR A TODOS LOS HIJOS DE DIOS. Y entonces, ese Sol de Justicia viene a ser la Luz de todos los hijos de Dios, viene a ser la Luz del mundo; como en aquella ocasión de Su Primera Venida Él dijo: “Yo soy la Luz del mundo.”
Cualquier persona podría decir: “La luz del mundo es el sol, que alumbra a todo el mundo.” Pero el Señor es tipificado por el sol. Por lo tanto, así como el sol alumbra el mundo entero cuando le da la vuelta, así también el Sol espiritual, que es el Señor en Su Primera Venida y en Su Segunda Venida, alumbra espiritualmente en el mundo espiritual; y alumbra a todos los hijos de Dios en su interior; les alumbra el alma y el espíritu para ver la Luz divina.
Por lo tanto, el que anda en la luz no tendrá temor a tropezar, porque podrá ver por dónde camina; podrá ver por qué dispensación está caminando; podrá ver qué clase de mensaje es el que Dios ha prometido para el tiempo en que está viviendo, y entonces podrá estar seguro en esta Tierra, porque el que anda de día, no tropieza; porque un nuevo día le ha amanecido a los hijos de Dios. El Sol de Justicia ha nacido para todos los hijos de Dios en un nuevo día espiritual, y esa Estrella resplandeciente de la mañana es el que hace ese anuncio.
Por eso también el profeta Isaías profetizó en el capítulo 60, diciendo: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.” Podemos ver que esa luz que nace para los hijos de Dios, para los que temen el Nombre del Señor, es la luz de la Segunda Venida del Señor. En Su Venida Él ilumina a todos los hijos de Dios, para que así ellos nunca más tengan que estar pensando qué secta religiosa será la que tiene la verdad; porque todos los hijos de Dios, todo ser humano desea tener la verdad; todo ser humano desea estar en la verdad; todo ser humano desea seguir la verdad; todo ser humano desea creer la verdad; todo ser humano desea tener el mensaje verdadero.
Todo ser humano sabe que en este planeta Tierra hay
tantas sectas religiosas, y son tantos los mensajes que predican las diferentes sectas religiosas, que proclaman ser el mensaje verdadero, que hay confusión en esta humanidad, hay confusión en el campo religioso, en el campo espiritual. Hay confusión en el campo político, en el campo social, en el campo económico; hay confusión en todos los campos de la humanidad. Pero Dios ha prometido para este tiempo que la Estrella de la mañana aparecerá con un mensaje que sacará de confusión a todos los hijos de Dios, y que les señalará la Luz verdadera, les mostrará la Luz del Sol que alumbrará a todos los hijos de Dios.
Por lo tanto, lo que saca de toda confusión religiosa a todos los hijos de Dios es el Mensaje de la Estrella de la mañana; porque con ese mensaje todos los hijos de Dios serán despertados a un nuevo día, y sus ojos serán abiertos para ser la luz de un nuevo día, para ver la Luz del Sol de justicia, que alumbrará a todos los hijos de Dios; la luz espiritual, el mensaje del Sol, el mensaje del Señor en Su Segunda Venida.
Con esa luz los ojos espirituales de todos los hijos de Dios serán abiertos y serán iluminados, y sabrán entonces lo que es correcto y podrán caminar en lo que es correcto. No importa en la condición en que los hijos de Dios vengan; lo importante es que Dios los llamará. Así como a través de cada estrella, de cada mensajero de cada edad del pasado, Dios llamó a cada hijo de Dios que vivió en aquellos tiempos, a los hijos de Dios que vivan en este tiempo los llamará a través del ministerio de la Estrella de la mañana. Y ellos entonces despertarán, y se cumplirá nuevamente lo escrito, que dice: “Despiértate, tú que duermes; y levántate de entre los muertos, y te alumbrará (¿quién?) Cristo,” el Sol de Justicia, que está prometido que nacerá, que se levantará con salud en Sus alas para todos los hijos de Dios, para todos los que temen el Nombre del Señor.
En esta ocasión hemos podido ver los símbolos que Dios usa para mostrar las cosas grandes que Él ha prometido hacer y para mostrar las cosas que Él ya ha hecho en el pasado.
No se necesita ser un científico terrenal, ni un teólogo ni
haber estado en una universidad para poder ver y entender las cosas que Dios estuvo haciendo o está haciendo en el presente; lo único que se necesita es que Dios le hable al corazón a través de la manera que Él esté usando en el tiempo en que uno vive. Que Dios le haga brillar la Estrella que corresponde al tiempo en que uno vive y uno abra los ojos, alce su cabeza al Cielo espiritual para ver la Estrella correspondiente para el día en que uno vive, que esté alumbrando. A través de esa Estrella se podrá saber el tiempo en que se está viviendo y el mensaje correspondiente para ese tiempo.
¡LEVANTAD VUESTRAS CABEZAS AL CIELO! ¿Y qué verán? Si es de noche, entonces alguna de las siete estrellas sería vista, de acuerdo a la edad en que la persona estuviese viviendo; si es ya en la mañana, al levantar su cabeza hacia el cielo verá la Estrella del Este, si mira hacia el Este. Si mira hacia el Este espiritual, hacia el Cielo espiritual, verá entonces al mensajero del Este, al mensajero de Israel, que es el cumplimiento de la Venida del Señor. Ahí estará todo el poder de Dios manifestado para realizar el Plan divino para el tiempo presente.
Encontramos que en el tiempo de la Primera Venida del Señor muchos esperaban que el Señor hiciera tal o cual cosa; esperaban verlo hacer un sinnúmero de cosas, pero Él no hizo nada sino lo que estaba escrito que Él habría de hacer. Muchas personas lo pasaron por alto. Los mismos que lo estaban esperando, no lo vieron cuando apareció; y se fue, y todavía la nación hebrea no sabe que vino el que ellos estaban esperando y ellos pidieron que fuese crucificado; pero cuando le vean en Su Segunda Venida ellos han de entender lo que aconteció.
Así que, en Su Segunda Venida Él estará en medio del pueblo gentil que Él ha sacado para Su Nombre; y los hebreos lo han de ver. Así como los gentiles vieron al Señor en Su Primera Venida ¿dónde?, lo vieron entre los *hebreos; así también los hebreos verán al Señor en Su venida entre los gentiles. Así que ellos, los hebreos, le dieron al pueblo gentil la Primera Venida del Señor; y los gentiles le darán a los hebreos la Segunda Venida del Señor. El mensaje de la Segunda Venida del Señor le irá a los hebreos de entre los gentiles.
Por lo tanto, estamos conscientes, que la promesa de la Venida del Señor, Dios la cumple entre los gentiles, porque los gentiles son los que están esperando la Segunda Venida del Señor.
Son cosas grandes y bendiciones grandes que Dios ha prometido para el pueblo gentil, las cuales Dios tiene que cumplir, tiene que realizar en este tiempo en que nosotros vivimos. Para eso, la Estrella mayor, la Estrella de la mañana, se encargará de traernos esas buenas noticias. Así como la Estrella de la mañana, la Estrella del Este, cuando aparece trae buenas noticias, noticias de paz, noticias de un nuevo día. La Estrella de la mañana saluda a todas las personas con su saludo de bienvenida a un nuevo día, con su saludo de Shalom; así también la Estrella de la mañana, el mensajero de la mañana, el mensajero del Este da la bienvenida y el saludo a los hijos de Dios, el saludo de paz, el saludo de Shalom.
Estamos nosotros viviendo en ese tiempo en que Dios prometió que los hijos de Dios vivirían. Estamos nosotros viviendo en el tiempo en que todos estos símbolos bíblicos serán entendidos; porque Dios dijo también: “Yo mismo que hablo, estaré presente.” Y también dijo: “Y todos serán enseñados de Dios.” Porque Él mismo en Su Venida enseñará a todos Sus hijos. Por eso es que Él, siempre que ha cumplido Su Venida, aparece siempre enseñando a Sus hijos, porque Él es el Maestro que enseña a Sus hijos, a Sus discípulos.
Que Dios en esta ocasión siga bendiciendo nuestras almas con Su Luz espiritual; siga la Luz de la Estrella de la mañana iluminando nuestros corazones; y a los que aún no les ha amanecido y la Estrella de la mañana no ha salido en sus corazones, que Dios haga el milagro de hacer que nazca en los corazones de aquellos que aún no les ha nacido, que nazca la Estrella de la mañana; y que la luz de la Estrella de la mañana les ilumine y que les enseñe que un nuevo día ha llegado; que la luz de un nuevo día, la Luz del Sol de ese nuevo día, está alumbrando a todos los hijos de Dios. Que despierten, todos los que estén dormidos, despierten a la realidad de este nuevo día, y sean alumbrados por Cristo, conforme a la promesa; sean alumbrados por el Sol de Justicia en este nuevo amanecer espiritual.
Que Dios siga haciendo ese milagro, y que Dios lleve a cabo todo Su Plan que Él tiene para este día en que vivimos, y todos los hijos de Dios reciban el beneficio de la Obra de Dios para este tiempo y todos sean beneficiados por la manifestación del poder de Dios, de la diestra de Dios manifestada en este día presente.
Tenemos un Dios Todopoderoso, que fue Dios en el pasado, pero que es Dios en el presente también, y que será Dios en el futuro, porque es Dios eterno.
No miramos la Obra que Dios hizo en el pasado para decir: “Dios fue poderoso en el pasado,” ni mirar la Obra que Dios hará en el futuro, para decir: “Dios va a hacer tales cosas,” miramos lo que Dios hizo en el pasado y lo que hará en el futuro, pero no ignoramos lo que Dios está haciendo en el presente. Porque ¿de qué nos valdría conocer lo que Dios hizo en el pasado y lo que Dios va a hacer en el futuro e ignorar lo que Dios está haciendo en el presente? Pues, lo que beneficia a los hijos de Dios es lo que Dios hace en el presente de los hijos de Dios que viven en ese presente.
Dios es Dios del presente, por lo tanto, Dios está en nuestro presente haciendo la Obra y manifestando el poder que Él prometió que manifestaría. Y todos los hijos de Dios que desean ver el poder de Dios manifestado, podrán verlo manifestado a través de la Estrella de la mañana; porque eso es lo último que queda en el Plan de Dios para Él manifestar todo Su poder en toda Su plenitud.
Que Dios entonces nos bendiga con la manifestación de la plenitud de Su poder en la Estrella de la mañana, la Estrella del Este.
Y ya, para concluir con nuestro tema en esta mañana, nuestro tema sobre el que tiene las siete estrellas, en donde hemos estudiado y hemos visto lo que es la diestra de Dios, lo cual es el poder de Dios; y hemos visto también lo que son las siete estrellas en la mano del Señor; y también hemos visto lo que es la Estrella resplandeciente de la mañana.
Hemos visto que Dios prometió que Él le daría a los vencedores la Estrella de la mañana. Dice: “Y le daré la estrella de la mañana.” (Apocalipsis 2, verso 28). Y luego, en Apocalipsis 22, verso 16, Él dice: “Yo soy la Estrella resplandeciente de la mañana.” Y Él promete que le dará a los vencedores la Estrella resplandeciente de la mañana. ¿Qué les dará Él a los hijos de Dios que viven en esta Tierra? Él les dará la Segunda Venida del Señor; Él les dará, como mensajero, no una de las siete estrellas, sino la Estrella de la mañana. El grupo vencedor del tiempo final tendrá como mensajero al mismo Señor en Su Segunda Venida como la Estrella resplandeciente de la mañana. Una promesa que vemos en la Escritura es entonces realizada, cumplida, en aquellos que reciban al Señor en Su Segunda Venida; el Señor entonces será su mensajero, su Estrella resplandeciente de la mañana.
Bueno, si seguimos hablando en esta mañana sobre estos símbolos bíblicos, entraríamos en un sinnúmero de cosas, de símbolos, que están para ser tratados más adelante.
Vimos en el estudio de los otros cultos pasados, vimos los símbolos de los pies de bronce del Señor; vimos lo que eso significaba. Vimos también lo que significaban los ojos de fuego del Señor. También vimos lo que significaba la cabellera blanca del Señor. Y en esta mañana hemos visto lo que significan las siete estrellas en la mano del Señor, y hemos visto lo que significa la diestra del Señor, y hemos visto también lo que significa la Estrella resplandeciente de la mañana.
Para el próximo culto, para el próximo mensaje, estaremos viendo la espada aguda que sale de la boca del Señor. No será una espada literal, sino que será algo más grande, más glorioso y de más beneficio para el pueblo de Dios de lo que es una espada literal. Luego, veremos el rostro del Señor como el Sol, y luego tendremos un resumen de todo lo que hemos estudiado, para así concluir con este estudio de la gloria séptuple del Señor, del que tiene estas siete virtudes, del Juez con la gloria séptuple.
Así que, yo creo que el estudio que Dios nos ha estado dando está siendo de grande beneficio para todos los hijos del Señor, para que así todos los entendidos puedan entender lo que en otros tiempos pasados no fue entendido ni por el profeta Daniel, aunque vio; no fue entendido por el profeta y teólogo Juan, el discípulo amado, aunque escuchó, pero no le fue permitido escribir lo que los Truenos hablaron.
Por lo tanto, si hubiese sido escrito lo que los Truenos hablaron, entonces la explicación a todos los símbolos bíblicos del libro del Apocalipsis hubieran sido dados a conocer y no hubiera habido necesidad de que el Señor en Su Segunda Venida viniese para enseñarnos el misterio de lo que Juan no pudo escribir. En palabras más claras: si Juan hubiera revelado todo el misterio, entonces no habría ministerio que fuese necesario en este tiempo para dar a conocer esas cosas que Juan escuchó, pero que no le fue permitido escribirlas, porque a otro le correspondía el trabajo y el ministerio para hacer esas cosas que Juan no podía hacer.
Al grupo del tiempo pasado no le tocaba saber los tiempos y las sazones que el Padre había puesto en Su sola potestad.
¿Recuerdan ustedes que los discípulos le dijeron al Señor, antes de ascender a los Cielos: “Señor, dinos, ¿restaurarás Tú el reino a Israel en este tiempo?” Él les dijo: “No toca a vosotros saber el tiempo y las sazones, las cuales el Padre ha puesto en Su sola potestad. No le toca a ustedes saber sobre estas cosas. No le toca a ustedes saber sobre la Venida del Reino de Dios. No le toca a ustedes saber el tiempo y la sazón. No les toca a ustedes saber el tiempo y la edad en que esto ha de acontecer.” Y como no era para aquellos días, entonces no le podía ser dado a conocer.
Eso no hubiera sido de ningún beneficio si ellos lo hubieran conocido.
Imagínese que ellos hubieran tenido entonces que pensar que faltaban dos mil años aproximadamente para la Venida del Reino de Dios en poder y gloria; que le faltaban aproximadamente dos mil años para cumplirse lo que ellos vieron en el Monte de la Transfiguración; que faltaban aproximadamente dos mil años para cumplirse la Segunda Venida del Señor, cuando todavía ellos estaban allí con la Primera Venida del Señor y Él todavía no se había ido, y saber ellos que Él se iría y regresaría nuevamente en Su Segunda Venida aproximadamente dos mil años después.
Es como despedirse uno de su familia y uno saber cuánto tiempo ha de estar fuera en otro país, en otra nación, y saber que es mucho tiempo, y que le pregunten: “Bueno, ¿cuándo tú regresas?” Con esa alegría que le preguntan: “Bueno, ¿cuándo tú vas a regresar?” Y él saber que cuando él regrese, esas personas que están allí presentes ya no estarán presentes porque ya el tiempo de vida terrenal de ellos ha terminado, tendría él que decirles: “Bueno, mi regreso, cuando acontezca, ustedes no estarán aquí presentes en esos cuerpos terrenales para verme. Ustedes estarán descansando allá en el Paraíso; solamente me verán aquellos que estén viviendo en esos días.” Por lo tanto, eso no hubiera sido de ningún consuelo espiritual para ellos. Mejor fue que el Señor no supiese cuándo sería, para que no le dijese a ellos cuándo sería Su regreso. Porque el Señor ya en una ocasión les había dicho, con relación a Su regreso, Él les había dicho que nadie sabría cuándo sería el día y la hora; Él dijo: “Ni aun el hijo sabe nada; solamente el Padre es el que lo sabe. Ni aun los ángeles saben cuándo será el día y la hora.”
¿Y cuándo sería el día y la hora? Sería el día y la hora cuando se cumpliese. Cuando se cumpliese entonces sería en ese día y en esa hora el tiempo que Él, en aquella ocasión no sabía; y que los ángeles tampoco sabían, y que los discípulos querían saber. Siempre es de esa manera. Todo el mundo quiere saber las cosas que han de acontecer en el futuro; quieren saber cuándo será el día, la hora y esto, y lo otro, pero hay cosas que Dios oculta para que nadie las sepa hasta el momento en que Él las cumple; para que así el Plan divino no sea interrumpido, y para que así ninguna persona tenga motivo de desanimarse y decir: “Pero si falta tanto tiempo todavía para Dios cumplir tal y tal cosa.”
Todos los días de la vida de los hijos de Dios deben de vivir como si lo que Dios prometió fuese a ser cumplido en los días en que ellos están viviendo; porque los hijos de Dios viven en esta Tierra por fe; y si viven por fe, entonces tienen que estar creyendo en lo que Dios ha dicho; lo cumpla Dios en los días en que ellos viven o lo cumpla Dios más adelante, pero los hijos de Dios siempre tienen que vivir por fe.
Encontramos que la Escritura nos dice que Abraham fue llamado amigo de Dios. Nos dice que Abraham creyó a Dios, nos dice que Abraham salió conforme a la Palabra de Dios, buscando una ciudad con fundamento, cuyo Arquitecto y Artífice es Dios; y él salió buscándola, porque él la vio en visión, pero no la encontró en esta Tierra; porque todavía no era el tiempo para esa ciudad estar en esta Tierra, porque esa ciudad, la nueva Jerusalén, estará en esta Tierra después del Milenio; pero él la vio por anticipado y recibió la promesa de que él estaría en esa tierra. Él llegó al lugar donde esa ciudad ha de estar; él llegó a la tierra de Palestina, llegó a la tierra de Israel; y cuando llegó, él llegó primero que la ciudad. Así debe ser siempre con los hijos de Dios: llegar primero, antes de Dios cumplir lo que Él ha prometido estar ahí presente esperando el cumplimiento de la promesa de Dios.
“LAS SIETE ESTRELLAS EN LA DIESTRA DEL SEÑOR.” Hemos hablado en esta ocasión del que tenía las siete estrellas en Su mano, en Su mano derecha, en Su diestra.
Ya hemos concluido en esta mañana con lo que Dios, para esta mañana, nos tenía sobre este tema, y yo he visto que Dios nos ha permitido ver y entender este tema, y ver y entender la bendición grande que hay en este tiempo para todos los hijos de Dios.
Todos los hijos de Dios de este tiempo están viviendo en esta Tierra, unos están y otros estuvieron en diferentes sectas religiosas; porque cada hijo de Dios ha estado buscando la verdad en cada tiempo, pero ningún Hijo de Dios puede encontrar a Dios, ningún hijo de Dios puede encontrar la verdad; ES DIOS EL QUE ENCUENTRA SUS HIJOS, Y ES DIOS EL QUE SE LE REVELA, ES DIOS EL QUE LE DA A CONOCER A SUS HIJOS LA VERDAD.
Por eso es que cuando los hijos de Dios han estado buscando y buscando y no han encontrado nada, luego en la vida de los hijos de Dios surge algo en donde Dios se les revela, y cuando Dios se les revela y los encuentra, entonces surge en la vida de ellos ese chispazo de luz en donde ellos dicen: “Yo estaba buscando esto que me ha aparecido, esto era lo que yo estaba buscando.” Pero Dios es el que se le ha aparecido, Dios es el que ha encontrado a Sus hijos; porque Dios es el que sabe cómo buscar y encontrar a Sus hijos.
Dios, a través de las siete edades de la Iglesia, estuvo buscando a Sus hijos en esta Tierra, ¿a través de qué los buscó? Los buscó a través de cada una de las estrellas que Él tenía en Su mano. Cuando ya ha terminado de buscar a Sus hijos usando a cada una de las siete estrellas, entonces Él mismo viene y se presenta como la Estrella de la mañana, y se le revela a todos Sus hijos, y entonces ellos lo ven y dicen: “Esto era lo que yo estaba esperando; esto era lo que yo estaba buscando; y lo buscaba por acá y lo buscaba por allá y no lo encontraba.” Pero entonces Él se presenta en la escena y se da a conocer y entonces los hijos de Dios lo ven. Al verlo, escuchan el llamado de Dios; porque el Señor dice: “Mis ovejas oyen mi Voz, y me siguen.”
La Voz del Señor es el mensaje del Señor en Su Venida, es el mensaje de la Estrella de la mañana; y entonces los hijos de Dios oyen ese mensaje y lo siguen; y al extraño no seguirán; a otras estrellas no seguirán.
Las siete estrellas que Dios tuvo en el pasado ya terminaron su labor; pero hay una que tiene una labor muy importante: es la Estrella mayor, la Estrella de la mañana. Habrá otras estrellas que tratarán de guiar al pueblo, pero hay muchas estrellas erráticas en el Cielo espiritual, hay muchas estrellas erráticas en el campo espiritual; hay muchas estrellas erráticas en el mundo religioso, pero a ninguna de esas estrellas seguirán las ovejas del Señor. Ellas seguirán en este tiempo a la Estrella de la mañana. Seguirán el mensaje de la Estrella de la mañana, porque ellos sabrán que esa Estrella de la mañana es el cumplimiento de la Venida del Señor; porque el Señor dijo: “Yo soy la Estrella de la mañana; yo soy la Estrella resplandeciente de la mañana.” Las ovejas del Señor, los hijos de Dios, seguirán a esa Estrella, seguirán Su Mensaje.
Muchas estrellas caerán del cielo, está prometido para este tiempo final. Hay estrellas espirituales, hay estrellas literales. Las estrellas espirituales que han estado cayendo del Cielo espiritual han sido vistas por todo sitio; las estrellas literales, pues esas son las que están en el espacio, en el Firmamento; pero hay estrellas espirituales, lo cual son predicadores, ministros que predican, y que, como fue con las estrellas espirituales, aquellos ángeles que cayeron del Cielo en la caída que tuvo aquella estrella Lucifer o Luzbel, así también hay estrellas en el campo espiritual, predicadores que caerán del cielo espiritual; pero los escogidos no seguirán esas estrellas, porque los escogidos tendrán una Estrella alumbrando en el Este, una Estrella que está firme en el lugar señalado por Dios para no caer en dogmas, credos y tradiciones. No podrá caer, porque Ella está colocada en ese lugar por la Palabra de Dios para ese tiempo en particular.
Así que, estamos viendo los significados de esos símbolos bíblicos, lo cual es muy importante para todos los hijos de Dios.
Ninguna persona en este tiempo en que vivimos puede ignorar o puede echar a un lado los símbolos bíblicos para el tiempo en que vivimos, porque estaría echando entonces a un lado todas las promesas que Dios ha hecho para este tiempo.
Todo lo que Dios estuvo haciendo y todo lo que Dios está haciendo, está en la Escritura simbolizado. Necesitamos los símbolos, para a través de los símbolos mostrar el cumplimiento de lo que Dios ha prometido; y entonces tomamos el cumplimiento y recibimos el beneficio de lo que Dios prometió para este tiempo.
Bueno, vamos a cortar por aquí, en esta mañana, porque si no… El mensaje no tiene fin, es un mensaje eterno, no hay lugar de parada, algo eterno, no tiene final; solamente lo que hacemos son pausas para luego continuar en otra ocasión…Estaremos hablando entonces de “LA ESPADA QUE SALE DE LA BOCA DEL SEÑOR.”
Bueno, quizá hay muchas personas en esta Tierra ignorantes todavía, que cuando ven en el libro del Apocalipsis, ven al Señor, y lo ven ahí en la manera en que Juan lo describe y lo ven con una espada que sale de Su boca, y lo ven con ojos de fuego, y lo ven con pies de bronce, pero se harán una imagen, una idea de: “Bueno, cuando yo vea al Señor le voy a mirar los Pies y si no los tiene de bronce, ése no es el Señor.”
Bueno, cualquier persona que piense de esa manera seguramente se estará cuidando también de que no le dé un pisotón, porque unos pies de bronce deben de pisar bien duro. Pero el pisotón lo pueden tener sin darse cuenta que les ha dado el pisotón, porque la Escritura dice que Él pisará a todas las naciones; y es con Sus Pies de bronce; bueno, ya en el estudio que tuvimos supimos que los Pies de bronce del Señor son el ministerio de las dos Olivas, el ministerio de Moisés y Elías.
Porque los Pies de bronce representan el juicio de Dios con el cual Dios pisará a todas las naciones, y ese ministerio de juicio lo encontramos en Apocalipsis, capítulo 11, que es el ministerio de las dos Olivas, con el cual ministerio Dios pisará a todas las naciones, con el ministerio que traerá juicio sobre todas las naciones. Y eso es: los Pies del Señor pisando a todas las naciones para traer el juicio de Dios.
Bueno, en la próxima ocasión veremos “LA ESPADA QUE SALE DE LA BOCA DEL SEÑOR,” una Espada aguda de dos filos.
Bueno, vamos a detenernos aquí, vamos a pedirle a nuestro hermano Nelson, (no lo veo por aquí, nuestro hermano Nelson se nos esconde un poquito como hace nuestro hermano Bermúdez para que yo siga hablando), pero yo creo que hasta aquí en esta mañana está bueno, yo creo que hemos entendido bien el tema de esta mañana, y espero que con la Palabra que hemos oído crezcamos espiritualmente, continuemos en ese crecimiento espiritual hasta llegar a la total perfección: hasta llegar a la estatura de un varón perfecto, hasta llegar a la estatura que Dios quiere que todos lleguemos.
Así que, esperamos que este alimento espiritual de esta mañana llegue a todo nuestro interior y se convierta en vitaminas espirituales para nuestra vida espiritual, nuestro crecimiento espiritual, nuestro ser espiritual, para que nunca estemos débiles espiritualmente, sino fuertes espiritualmente, saludables espiritualmente, creciendo espiritualmente hasta llegar a la total perfección. Porque Dios desea que lleguemos a la total perfección, por eso nos da alimento espiritual a su debido tiempo: nos da Su Palabra, porque no sólo de pan vivirá el hombre; el pan literal es para alimentar el cuerpo terrenal y para hacer crecer el cuerpo terrenal de los niños cuando van creciendo hasta que llegan a la estatura y al tamaño de adultos.
Y el alimento espiritual entonces nos alimenta para llegar a la estatura de perfección, a la Estatura de Cristo. Nos alimenta, “porque no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios.” Ése es el alimento más importante que hay en esta Tierra a la disposición de los hijos de Dios.
Todos los seres humanos se preocupan por la alimentación material para su cuerpo material, pero por más que se alimenten o menos que se alimenten, al fin y al cabo, han de morir; pero no se preocupan mucho, algunas personas, por el alimento espiritual, el alimento espiritual que el que lo come, vivirá eternamente. Vivirá y no morirá. Porque hay una eternidad completa para todos los que hayan comido de ese alimento espiritual.
Usted puede ver que las cosas literales, las cosas físicas, representan o tipifican o simbolizan las cosas espirituales.
Así que, en estos días estamos hablando en esta serie de mensajes sobre estos símbolos, en donde Dios nos ha permitido entrar en todas estas cosas que simbolizan cosas espirituales, en donde hemos estado obteniendo una gran enseñanza de parte de Dios la cual será de grande ayuda espiritual para todos nosotros.
Lo más importante para los hijos de Dios es el alimento espiritual. Lo más importante para los hijos de Dios entonces es, saber la manera en que la Palabra de Dios sale de la boca de Dios.
Y eso, a través de la Palabra que hemos estudiado, hemos visto la manera en que la Palabra ha estado saliendo de la boca de Dios a través de cada una de las estrellas que el Señor ha tenido, y por último: la Estrella mayor, la Estrella de la mañana, de donde sale la Palabra de Dios; lo cual es Alimento Espiritual para nuestra alma, para nuestro corazón, para nuestro espíritu, para todo nuestro ser; es algo muy importante en este día en que vivimos.
Bueno, vamos a tener a nuestro hermano Nelson por aquí, hemos terminado temprano, es que es un mensaje muy largo y lo hemos tenido que dividir en 7 u 8 partes para así poder traerlo detalladamente.
Bueno, que Dios les siga bendiciendo a todos en esta ocasión.
“LAS SIETE ESTRELLAS EN LA DIESTRA DEL
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El León de Juda Rugiendo tiene como misión principal compartir la palabra de Dios vindicada para este tiempo, los mensajes obtenidos pueden ser consultados y verificados con los respectivos PDF's, si se desea obtener más información respecto al material expuesto en este sitio web del Rv. William Marrion Branham, puede acceder a branham.org para más información.
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