David, El Rey De Israel, El Octavo Hijo De Isaí
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DAVID, EL REY DE ISRAEL, EL OCTAVO HIJO DE ISAÍ
Rev. William Soto Santiago
06 de agosto de 1995
Medellín,
Colombia
Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes, es para
mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta tarde, y pedirle
a Dios Sus bendiciones sobre cada uno de ustedes.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean sobre
cada uno de ustedes y sobre mí también.
En esta tarde quiero leer en Primera de Samuel, capítulo 16, del 1 al
13, el relato de David y su ungimiento por Samuel como rey de Israel.
Dice así:
“Dijo Jehová a Samuel (el profeta): ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl,
habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu
cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus
hijos me he provisto de rey.
Y dijo Samuel: ¿Cómo iré? Si Saúl lo supiera, me mataría. Jehová
respondió: Toma contigo una becerra de la vacada, y dí: A ofrecer
sacrificio a Jehová he venido.
Y llama a Isaí al sacrificio, y yo te enseñaré lo que has de hacer;
y me ungirás al que yo te dijere.
Hizo, pues, Samuel como le dijo Jehová; y luego que él llegó a
Belén, los ancianos de la ciudad salieron a recibirle con miedo, y
dijeron: ¿Es pacífica tu venida?
El respondió: Sí, vengo a ofrecer sacrificio a Jehová; santificaos,
y venid conmigo al sacrificio. Y santificando él a Isaí y a sus
hijos, los llamó al sacrificio.
Y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab (este es
Eliab el hijo mayor de Isaí), y dijo: De cierto delante de Jehová
está su ungido.
Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande
de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que
mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos,
pero Jehová mira el corazón.
Entonces llamó Isaí a Abinadab, y lo hizo pasar delantede Samuel,
el cual dijo: Tampoco a éste ha escogido Jehová.
Hizo luego pasar Isaí a Sama. Y él dijo: Tampoco a éste ha elegido
Jehová.
E hizo pasar Isaí siete hijos suyos delante de Samuel; pero Samuel
dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a éstos.
Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son estos todos tus hijos? Y él
respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo
Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa
hasta que él venga aquí.
Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de
ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo,
porque éste es.
Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus
hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino
sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá.
El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un
espíritu malo de parte de Jehová.”
Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones y nos permita
entenderla.
“DAVID, EL OCTAVO HIJO DE ISAÍ, EL REY DE ISRAEL.” “DAVID, EL REY
DE ISRAEL, EL OCTAVO HIJO DE ISAÍ.”
Hemos visto cómo aquí Dios miró el corazón de este hombre o de este
jovencito, David, el cual había sido escogido por Dios para ser el rey
de Israel.
Cuando el pueblo hebreo quiso tener un rey, todavía este joven estaba
en una edad muy tierna para comenzar su reinado, y todavía, pues, no
estaba ungido por el profeta Samuel. El pueblo hebreo se adelantó a
algo que Dios tenía para más adelante, y por cuanto se adelantó, no
pudo recibir primero el rey conforme al corazón de Dios, sino que tuvo
que recibir un rey en la permisiva voluntad de Dios, el cual, cuando
fue a ser establecido como rey sobre el pueblo hebreo, se adelantó él
también al Programa de Dios, y Dios lo desechó. Dice que tenía que
esperar a Samuel, y Saúl se adelantó y ofreció el sacrificio el cual
le tocaba a Samuel hacerlo.
Encontramos que Samuel cuando llegó, le dice a Saúl:
“¿Qué es lo que has hecho?”
Y Saúl le respondió [Primera de Samuel 13:11-14]:
“Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro
del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas,
me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no
he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí
holocausto.
Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el
mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora
Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre.
Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón
conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea
príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que
Jehová te mandó.”
Ahora aquí podemos ver que Saúl, para comenzar su reinado, fracasó, y
encontramos que no hizo conforme a la ordenanza divina, y por
consiguiente, fue desechado por Dios. Y aquí Samuel dice que Dios se
buscó…
“Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual
Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por
cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.”
Aquí podemos ver que Dios había escogido, había designado ya un varón
para ser rey sobre Israel, un varón conforme al corazón de Dios. Y
cuando un hombre es conforme al corazón de Dios, ese es un hombre
grande delante de Dios, aunque sea un jovencito. Y ese hombre, ese
varón, que Dios había escogido para ser rey sobre Israel, era un
jovencito que estaba allá en el campo, o sea, un hombre del campo, un
joven del campo, pastor de ovejas, el cual era conforme al corazón de
Dios.
Saúl no sabía quién era ese varón, pero hubiera deseado saberlo,
¿para qué? para quitarlo del medio, para matarlo, como también Herodes
quiso saber quién era el Mesías, dónde había nacido, dónde estaba,
¿para qué? él decía: “Para adorarlo,” pero era para matarlo. Y también
Saúl quería matar, deseaba matar a ese varón conforme al corazón de
Dios. Vean que un hombre conforme al corazón de Dios se encuentra con
muchos enemigos que no están de acuerdo con el Programa que Dios está
llevando a cabo o que Dios tiene para llevar a cabo a través de ese
varón conforme al corazón de Dios.
David se vio en muchos peligros de muerte a causa de Saúl, y Cristo
también se vio en muchos peligros de muerte a causa de Herodes y
también de los fariseos y saduceos y del sumo sacerdote; y también
Moisés se vio en graves peligros de muerte a causa del faraón. Pero
estos fueron hombres conforme al corazón de Dios, los cuales habían
sido designados por Dios para la Obra correspondiente para su
tiempo.
Ahora, hablando de David, este joven ungido con el Espíritu de Dios,
así como los jóvenes de nuestro tiempo, de nuestra edad y de nuestra
dispensación, ungidos con el Espíritu de Dios para el propósito divino
para el cual han venido a la Tierra, el cual es manifestado en ellos a
medida que se ponen en la manos de Dios, y vencen en esta Tierra todos
los obstáculos y llevan a cabo el Programa que Dios ha encomendado en
sus manos. Y así también los adultos, los ancianos, los hombres y las
mujeres, los niños también, como valientes del Hijo de David, así como
David tenía valientes, Cristo el Hijo de David tiene valientes
también, que reconocen su posición en el Programa divino y trabajan a
favor de la restauración del Reino de David en la tierra de
Israel.
En estos días el pueblo hebreo está celebrando los tres mil años, o
comienza por ahí por el mes de noviembre hasta el próximo año, de
octubre a noviembre comienzan estas grandes fiestas, celebra tres mil
años de la conquista y establecimiento de Jerusalén como la capital de
Israel, y también estará celebrando sus años de independencia, sus
años en los cuales Israel está allí como una nación libre y soberana.
Estará Israel celebrando desde el 1946 hasta el 1996, estará
celebrando en el ’96, los 40 años del establecimiento de Israel en la
tierra de Israel como nación.
Fue en el 1946 en donde el pueblo hebreo se estableció como nación
nuevamente, la nación de Israel restaurada allí en la tierra de
Israel, y han transcurrido desde el ’46, desde el ‘46 hacia acá, o
sea, desde el ‘46 hasta el ‘96 habrán transcurrido 50 años, o sea que
estarán de año de jubileo de su establecimiento como nación nuevamente
en la tierra de Israel. Y eso significa mucho para el pueblo
hebreo.
Estarán recordando a causa de los tres mil años de Jerusalén como la
capital de Israel, estarán recordando a su rey David, su rey pastor de
ovejas, el cual fue ungido por Samuel con aceite y vino el Espíritu de
Dios sobre David, pues el aceite con el cual eran ungidos los reyes y
los sumos sacerdotes y también los profetas, es tipo y figura del
Espíritu Santo. Y después de ser ungido por Samuel con aceite, vino la
unción del Espíritu Santo sobre David, y el Espíritu de Dios se
manifestaba en David y tuvo grandes victorias cuando los osos y los
leones y otras fieras atacaban sus ovejas, y algunas veces se llevaban
alguna de sus ovejas, él se levantaba en contra de esos animales
salvajes y le quitaba la oveja, y si no querían soltar la oveja, David
se levantaba en contra de ese animal y lo mataba.
Porque el Espíritu de Dios estaba sobre David, así como cuando
Sansón, que el Espíritu de Dios se manifestaba en él, y era tan
poderoso que hasta tomaba a un león y lo mataba; tomaba también las
puertas de una ciudad, que eran muy pesadas, las arrancaba, se las
llevaba en sus hombros a otro lugar; era, como diríamos nosotros, como
una grúa poderosa, que lo que agarraba lo movía al lugar que él
quisiera.
Ahora, encontramos que el Espíritu de Dios en un hombre puede hacer
todas esas cosas que hizo en el pasado, y muchas más. No solamente
cosas aquí en de Tierra, como las hizo a través de Sansón, como las
hizo también a través de David, como las hizo también a través del
profeta Moisés, sino que también puede hacer cosas en el Cielo aun
estando ese hombre en la Tierra, porque es el Espíritu de Dios a
través de ese hombre.
Miren a Josué, Josué tuvo necesidad de más luz del sol, tuvo
necesidad de un día más largo para obtener la victoria en contra de
sus enemigos, y ordenó que la luna se detuviera y que el sol también
se detuviera, y todos se detuvieron, y el día fue tan largo que dice
que fue casi un día, o sea, casi un día adicional. Ahora, para esto se
requería parar no solamente la Tierra, sino (dicen los científicos)
que el sol, la luna y todo el sistema solar; bueno, no importa lo que
se requirió, la cosa fue que se paró el sol donde dijo Josué que se
parara, y obtuvo la victoria en contra de sus enemigos.
Ahora, ¿podría hacer lo mismo otro hombre? Pues claro que sí.
Encontramos en la historia del profeta Isaías, que él le dijo al rey
que Dios le daría una señal porque él pidió una señal. Si el sol
caminaba hacia delante 10 grados, eso no sería un milagro tan grande,
aunque era un milagro grande, pero no tan grande, porque el sol camina
siempre del Este hacia el Oeste; pero si la sombra, tenían en aquel
tiempo un reloj el cual era de acuerdo a la sombra que era hecha, y si
la sombra se atrasaba, o sea, caminaba hacia atrás, ya ese era un
milagro mayor; porque el sol tenía que caminar hacia atrás 10 grados
que ya había recorrido. Y eso significaba entonces que el tiempo se
estaría atrasando por
20 grados, para ir nuevamente al lugar donde debió estar el sol, si
no se atrasaba, tenía entonces que recorrer los 10 grados que se había
atrasado más los 10 grados que tenía que haber en recorrido ese
tiempo.
Ahora, el profeta Isaías le dijo al rey que la sombra caminaría hacia
atrás, o sea se atrasaría por 10 grados, y esa sería la señal para el
rey que él sería sanado de esa enfermedad. Así sucedió, un profeta con
el Espíritu de Dios, el profeta Isaías. Porque ¿hay alguna cosa
imposible para Dios? Ninguna, y para el que cree no hay nada
imposible, así es que por medio de Isaías aquí Dios hizo caminar hacia
atrás el sol; en el tiempo de Josué lo detuvo, pero aquí lo hizo
caminar hacia atrás.
Esto es lo que hace el Espíritu de Dios a través de un hombre: cosas
que no son posibles para los seres humanos, porque no hay nada
imposible para Dios. Y cuando encuentra o tiene un hombre rendido en
sus manos, un hombre, el mensajero para ese tiempo, no hay ninguna
cosa imposible para Dios hacer a través de ese mensajero, de ese varón
ungido con el Espíritu de Dios.
Ahora, encontramos a David, este joven ungido con el Espíritu de Dios
para ser el rey sobre Israel. Encontramos que desde el momento que fue
ungido hasta el momento en que el pueblo hebreo lo recibió como rey en
Hebrón, y luego todo Israel, encontramos que transcurrió un lapso de
tiempo de algunos años; en ese lapso de tiempo encontramos que el
Espíritu de Dios estaba en David, y estaba llevando a cabo una obra en
David y a través de David, y estaba David obteniendo grandes
experiencias en las cuales estaba Dios presente.
Encontramos el caso también de la batalla con Goliat. Ahora
encontramos a un gigante natural frente a un joven pequeño en lo
natural; pero encontramos ahí mismo a un gigante espiritual: David,
frente a un enano: Goliat, un enano espiritual. Ahora ahí el gigante
real era David, porque era el que tenía a Dios, era donde estaba el
Espíritu de Dios, y él era el más grande a causa de que en él estaba
el más grande de todos: el Dios creador de los Cielos y de la Tierra;
pero en su apariencia física era el más pequeño y muy joven, tenía
quizás de 15 a 19 años de edad, un jovencito, pero con el Espíritu de
Dios. Y cuando la persona tiene el Espíritu de Dios, no importa la
edad que tenga; es un gigante delante de Dios y con Dios; y no hay
ninguna cosa imposible para él, porque está en él Aquél para el cual
no hay ninguna cosa imposible.
Ahora, el joven David ungido ya como rey, no se podía sentar en el
trono de Israel porque allí estaba uno sentado que había sido
desechado por Dios; pero no se quería salir del trono de David, no se
quería bajar de allí. Y en cada momento, después que ya conoció quién
era el ungido de Dios para ser rey en lugar de él, buscó la muerte de
él; trató de matarlo en diferentes ocasiones pero siempre Dios libró a
David, porque Dios estaba cuidando ese don ministerial, ese don de rey
que Él había colocado en David.
David sufrió mucho en esa etapa, antes de sentarse en el trono, y aun
también después de ya estar en el trono, sufrió también bastante.
Ahora encontramos que David fue perseguido por Saúl a muerte, y
estuvo huyendo mucho tiempo, pero después que ya Dios ha hablado Su
Palabra por un profeta y ha sido ungido ese varón por ese profeta, y
señalado como el que será rey sobre Israel en lugar de Saúl, y vino el
Espíritu de Dios sobre David y lo ungió con Su Espíritu también como
rey, encontramos que de ahí en adelante, aunque la lucha sería dura,
siempre obtendría la victoria y llegaría al trono, y se sentaría en el
trono como el varón conforme al corazón de Dios. Y él fue el mejor rey
que tuvo Israel, él fue el hombre conforme al corazón de Dios.
Luego su hijo heredó el trono, y conforme a la historia, se dice que
la edad de oro del reinado de Israel fue durante el reino de David y
de Salomón; esa fue la edad de oro del pueblo hebreo en el pasado.
Y viene otra edad de oro para el pueblo hebreo, y será la edad de oro
del glorioso Reino milenial del Mesías en donde se sentará sobre el
trono de David, como el Hijo de David, pues el Mesías, el Cristo, el
Ungido con el Espíritu de Dios, es el que se sentará en el trono de
David como Hijo de David; y reinar por mil años y luego por toda la
eternidad. Y el pueblo hebreo tendrá la edad de oro del glorioso Reino
milenial, edad de oro que ha estado esperando, que ha estado deseando
el pueblo hebreo, la cual ya está muy cerca.
Pues hemos llegado al Día Postrero, al séptimo milenio, al sumar los
años de atrasado que tiene el calendario a 1995, el año en que estamos
conforme al calendario gentil que usamos,
encontramos que al sumar los años de atraso que tiene, somos
colocados en el año 2020 y algo, o sea que en la actualidad realmente
estamos en el Siglo XXI, en el año 2020 y algo, por ahí del 2020 al
2030, para dar una fecha más o menos. Y estando en el 2020 y algo, eso
significa que estamos ya dentro del séptimo milenio.
Han transcurrido seis mil años de Adán hacia acá, y ya hemos entrado
al año siete mil, esto es teniendo en cuenta los años de atraso que
tiene el calendario. Y esto significa que estamos en el Día Postrero,
así como la semana tiene siete días y el séptimo día es el día
postrero, también, siendo que un día delante del Señor es como mil
años de los nuestros y mil años de los nuestros es como un día de los
del Señor, hemos llegado al Día Postrero delante del Señor, o sea, al
séptimo milenio de los nuestros que es el día séptimo de Dios o
delante de Dios, de los días de Dios; en donde grandes promesas tienen
que ser cumplidas, como la que hizo Jesucristo cuando dijo acerca de
los creyentes en Él, que aunque estén muertos, vivirán, y dijo: “Y Yo
los resucitaré en el Día Postrero.” ¿Por qué? Porque no morirán
eternamente los creyentes en Jesucristo, aunque sus cuerpos físicos
mueran sus cuerpos volverán, o sea, volverán a tener un cuerpo eterno
conforme a la promesa divina. Dice [San Juan 11:25-26]:
“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté
muerto, vivirá.
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees
esto?
(le dice Jesús a Marta, la hermana de Lázaro, cuando fue a resucitar
a Lázaro).”
Y ahora para todos los que han creído en Jesucristo, la promesa es
que si mueren, no morirán eternamente, ¿por qué? Porque Cristo traerá
a los que han muerto en Él, a los que han dormido pero creyendo en Él,
Él los traerá a vida nuevamente en cuerpos eternos.
Él dijo: “Yo los resucitaré en el Día Postrero.”
Ahora, esta es una promesa para el Día Potrero, que es el séptimo
milenio, ahora Él no dice en qué año del Día Postrero. Pero el que
quiera saber en qué año del Día Postrero será la resurrección de los
muertos en Cristo, espere a que los muertos en Cristo resuciten y ahí
busca el calendario y vea qué año es; y ahí sabrá qué año es el año de
la resurrección.
Ahora, hay más promesas para los hijos de Dios para el Día Postrero.
La transformación de nosotros los que vivimos: esa es una promesa para
el Día Postrero para ser cumplida cuando los muertos en Cristo hayan
resucitado; y otra promesa es: la Trompeta final, esa trompera que es
la Voz de Cristo, el mensaje de Cristo para el día Postrero, para el
Día del Señor, que es el séptimo milenio; otra promesa es: la Venida
del Reino de Dios a la Tierra en poder y gloria, la promesa de la
Venida del poder divino en y a la Iglesia del Señor Jesucristo para
ser manifestado ese poder en Ella y así verse la Gloria de Dios
manifestada en toda su plenitud en Su Iglesia, en la dedicación de ese
Templo espiritual a Dios, luego que es terminada la construcción de
ese Templo espiritual en este el Día Postrero. Así como Moisés dedicó
a Dios el tabernáculo y Salomón dedicó a Dios el templo, y entró la
Gloria de Dios a ese templo y luego se posó en el lugar santísimo de
ese templo, así también la Gloria de Dios reposará en el Lugar
Santísimo del Templo espiritual de Cristo en el Día Postrero.
Y ahí se cumplirá la Palabra escrita: “Jehová está en Su Santo
Templo,” ya no un templo de cuatro paredes, ni tampoco de pieles, sino
un Templo construido con seres humanos, con los miembros de la Iglesia
del Señor Jesucristo, los cuales están escritos en el Libro de la Vida
del Cordero para formar ese Templo espiritual, en donde la Gloria de
Dios será vista en el Día Postrero, como fue vista en el tabernáculo
que hizo Moisés y en el que hizo Salomón.
Ahora podemos ver dónde nos encontramos en este tiempo en el cual
nosotros vivimos. Nos encontramos en el Día Postrero, en el séptimo
milenio, en el día del Señor, así como para el pueblo hebreo el
sábado, el séptimo día era el día del Señor, también para Dios el
séptimo milenio es el Día del Señor; y para la Iglesia del Señor
Jesucristo, el séptimo milenio es el Día del Señor, en donde nuestro
Dios hará grandes cosas conforme a Sus promesas. Promesas que no
fueron cumplidas en edades pasadas, serán cumplidas en esta edad, la
edad del séptimo milenio, la edad del Día Postrero, la Edad del Día
del Señor, en donde la Voz de Cristo como una gran Voz de Trompeta es
escuchada en la proclama del Evangelio del Reino, dando a conocer las
cosas que deben suceder en el Día Postrero, las cosas que deben
suceder en el Día del Señor.
Y las grandes bendiciones prometidas para la Iglesia de Jesucristo
son dadas a conocer a Su Iglesia en el Día del Señor, y es dado a
conocer el misterio más grande de todos los misterios del Reino de los
Cielos, el misterio más grande escondido en la mente de Dios, que es:
la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey
de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. La primera venida
fue como Cordero de Dios, en Su Obra de Redención en la Cruz del
Calvario dos mil años atrás, y sobre la Primera Venida de Cristo como
Cordero de Dios y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, está
fundado el mensaje del Evangelio de la Gracia, el mensaje de la
Dispensación de la Gracia; y el mensaje de la Dispensación del Reino,
es basado en la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de
Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, para
con ese mensaje la Tierra ser llena del conocimiento de Jehová, y como
dice también el profeta Habacuc en el capítulo 2, verso 14:
“…la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová,
como las aguas cubren el mar.”
También el profeta Isaías dice en el capítulo 11, verso 9, lo mismo,
excepto que no habla de la Gloria de Jehová.
Ahora, ¿dónde estaba la Gloria de Jehová en el tabernáculo que hizo
Moisés y en el templo que hizo Salomón? En el lugar santísimo sobre el
propiciatorio, en medio de los dos querubines. ¿Y dónde estará la
Gloria del Señor Jesucristo en Su Iglesia, en Su Templo espiritual? En
el Lugar Santísimo, en medio de los dos querubines, en medio del
ministerio de Moisés y de Elías, ahí estará la Gloria de Jesucristo
siendo manifestada en el Día Postrero. Y el pueblo hebreo verá la
Gloria de Jesucristo, la Gloria de Jehová, manifestada en medio del
ministerio de los dos Olivos, en medio del ministerio de Moisés y de
Elías, ministerios que estarán en el Ángel del Señor Jesucristo en el
Día Postrero; en donde veremos nosotros que, así como Dios obró en
tiempos pasados por medio de mensajeros dispensacionales, también
estará obrando por medio de un mensajero dispensacional, pues el Ángel
del Señor Jesucristo, que es el último profeta que Dios envía a la
Tierra (el cual envía a Su Iglesia y luego al pueblo hebreo), es un
mensajero dispensacional, como estos grandes mensajeros
dispensacionales de las dispensaciones anteriores.
Por eso cuando nos habla la Escritura que Dios enviará un profeta el
cual fue un profeta en el pasado de una edad, eso nos habla de un
profeta para una edad que Él enviará, o sea, otro hombre con el
espíritu ministerial que estuvo en aquel hombre anterior; porque el
Espíritu de Dios que estuvo en él, es el Espíritu de Cristo el cual
ungirá otro hombre con ese ministerio. Pero cuando dice que enviará un
profeta y ése era un profeta dispensacional, eso es otro hombre con el
mismo espíritu ministerial que estuvo en aquel profeta
dispensacional.
Por lo tanto, será otro profeta dispensacional para el pueblo.
Cuando Dios ha prometido enviar al profeta Moisés como uno de los dos
olivos de Zacarías, capítulo 4, y de Zacarías, capítulo 3 también, y
de Apocalipsis, capítulo 11, eso nos habla de otro profeta con un
ministerio dispensacional, en donde estará el mismo Espíritu de Dios
que estuvo en Moisés; y ese profeta que vendrá con ese espíritu
ministerial de Moisés por segunda vez es el Ángel del Señor
Jesucristo, para abrir una nueva dispensación, la Dispensación del
Reino, y traer el mensaje de la Dispensación del Reino que es el
Evangelio del Reino.
Y cuando nos habla que será como en los días de Noé, en los días de
Noé hubo un mensajero dispensacional también, que era Noé, el cual
cerró la dispensación anterior y abrió una nueva dispensación: la
Dispensación del Gobierno Humano. Y cuando nos habla que será como en
los días de Lot, en los días de Lot hubo un hombre llamado Abraham, el
cual era el mensajero dispensacional también para su tiempo, y era el
mensajero de la Dispensación de la Promesa, así como Noé era el
mensajero de la Dispensación del Gobierno Humano y Moisés era el
profeta de la Dispensación de la Ley. Y cuando nos habla de la
manifestación de Cristo para el fin del tiempo, nos habla de la
manifestación del mismo Espíritu que estuvo en Jesucristo en otro
hombre: en el Ángel del Señor Jesucristo, para el cumplimiento de Sus
promesas para el Día Postrero; para el Día Postrero que es el séptimo
milenio y para la dispensación postrera que es la Dispensación del
Reino.
Y cuando nos habla de un rey como David, diciéndonos que levantará a
David como rey y también nos habla del Hijo de David, esto nos habla
de Cristo para ser manifestado como Rey de reyes y Señor de señores,
como Rey, como León de la tribu de Judá, como Hijo de David e Hijo del
Hombre, para el Día Postrero para revelarse a Su pueblo Israel como
Hijo de David e Hijo del Hombre, como León de la tribu de Judá, como
Rey de reyes y Señor de señores, para sentarse en el trono de David y
reinar por mil años y luego por toda la eternidad.
Y para el mensajero vencedor, Apocalipsis, capítulo 3, verso 21,
dice:
“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así
como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.”
Ahora, Cristo nunca se ha sentado en Su Trono, ¿por qué? Porque Él
durante las siete edades o etapas de la Iglesia gentil ha estado
sentado en el Trono del Padre en el Cielo, haciendo intercesión por
todos los hijos de Dios. Él ha estado en el Lugar de Intercesión, y Él
ha estado sentado en el Trono de Dios. Pero ahora Él dice que Él se
sentará en Su Trono, Su Trono es el trono de David, como trono sobre
el cual Cristo reinará sobre este planeta Tierra; y Él dice que al que
venciere dará que se siente con Él en Su Trono, o sea en ese trono de
David, en Jerusalén, para ahí con Cristo reinar, para el Reino
milenial y luego por toda la eternidad.
Dice también que le dará autoridad sobre las naciones, Apocalipsis,
capítulo 2, y verso 26 al 27:
“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin (¿hasta cuándo?
hasta el fin), yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá
con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo
también la he recibido de mi Padre…”
Así como Él ha recibido de Su Padre esa autoridad, Él la estará
otorgando al vencedor.
Encontramos que también dice:
“…y le daré la estrella de la mañana.”
También encontramos que en Apocalipsis, capítulo 11, está el
ministerio de los dos Olivos los cuales tendrán autoridad sobre todas
las naciones, porque ese será el ministerio que estará sobre el Ángel
del Señor Jesucristo, el ministerio de Moisés y Elías con autoridad
divina sobre todas las naciones, para así cumplirse la promesa hecha
por Cristo al vencedor. Esta es una promesa para un Ángel mensajero
del Señor Jesucristo enviado a Su Iglesia, y luego será enviado al
pueblo hebreo; por esa causa es que ninguno de los siete ángeles
mensajeros anteriores pudieron ir al pueblo hebreo y convertirlos a
Cristo, y comenzar el glorioso Reino milenial, ¿por qué? Porque ellos
no estaban viviendo en el Día Postrero, y ellos eran mensajeros de
edades en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Esta es una promesa para un mensajero dispensacional el cual es
enviado en el Día Postrero con el doble ministerio de Moisés y Elías,
con los ministerios de los dos Olivos. Ese es el ministerio que le
llevará al pueblo hebreo el mensaje de la Segunda Venida de Cristo
como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores;
ese será el ministerio que le llevará el mensaje del Evangelio del
Reino al pueblo hebreo, y ellos lo recibirán.
Por eso es que el pueblo hebreo durante las edades pasadas de la
Iglesia gentil no ha querido recibir el mensaje del Evangelio de la
Gracia basado en la Primera Venida de Cristo. Pero ellos recibirán el
mensaje de la Segunda Venida de Cristo como León de la tribu de Judá,
como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. ¿Y quién
se lo llevará? El Ángel del Señor Jesucristo, que es el octavo
mensajero para la Iglesia gentil, para la Edad de la Piedra Angular,
donde entrarán gentiles primeramente de la Iglesia del Señor
Jesucristo y después ciento cuarenta y cuatro mil hebreos; por eso es
que en Apocalipsis, capítulo 14, encontramos a ciento cuarenta y
cuatro mil hebreos con el Cordero en pie en el Monte de Sion.
Apocalipsis, capítulo 14, lo vamos a leer para que ustedes vean
claramente lo que ahí está prometido:
“Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de
Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de
él y el de su Padre escrito en la frente.”
Ahora, ¿cómo llegaron ahí? ¿Cómo fueron sellados en sus frentes? ¿Y
cómo fueron colocados sobre el monte de Sion? La promesa de Dios por
medio del profeta Isaías en el capítulo 59, y verso 20, dice:
“Y vendrá a Sion el Libertador,” y en Romanos, capítulo 11,
verso 23, San Pablo citando ese pasaje, dice:
“Y vendrá de Sion el Libertador, que quitará de Jacob la
impiedad.”
Ahora, San Pablo está explicando aquí el endurecimiento espiritual
del pueblo hebreo por dos mil años aproximadamente que ya han
transcurrido, y luego la conversión del pueblo hebreo a Dios; muestra
cómo ha de suceder: De Sion y en Sion es que estará el Libertador, y
por esa causa, Sion que es la Iglesia del Señor Jesucristo, estará ahí
para recibir a ciento cuarenta y cuatro mil hebreos en la Edad de la
Piedra Angular; hebreos que tendrán que pasar por la gran tribulación,
y dar sus vidas por Cristo, pero lo harán con alegría de corazón y
luego resucitarán al final de la gran tribulación para entrar al
glorioso Reino milenial.
Ahora, ¿cómo es que ellos vienen a Cristo? ¿Cómo es que ellos son
llamados y juntados y sellados con el Sello de Dios en sus frentes?
Apocalipsis, capítulo 7, verso 2 en adelante, nos dice cómo será que
esto sucederá:
“Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el
sello del Dios vivo…”
¿Cuál es el Sello del Dios vivo? El Espíritu Santo. Este Ángel
mensajero viene con el Espíritu Santo en él obrando las cosas que Dios
ha prometido para el fin del tiempo, para el Día Postrer; viene
llevando a cabo la obra prometida por Dios para el tiempo final, viene
aquí para llamar y juntar ciento cuarenta y cuatro mil hebreos.
Dice:
“…y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había
dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No
hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que
hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.”
¿Quién sella en la frente a los siervos de Dios, a los ciento
cuarenta y cuatro mil hebreos y los coloca sobre el monte de Sion?
Este Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, que es el Ángel del
Señor Jesucristo en el Día Postrero, en el Día del Señor.
Este es el octavo Ángel mensajero del Señor Jesucristo, el cual es
diferente a los siete ángeles mensajeros anteriores a él, a los siete
mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil, ¿por qué? porque
es un mensajero dispensacional; y los demás siete ángeles mensajeros
no eran mensajeros dispensacionales, y por esa cusa no podían ir con
el sello del Dios vivo al pueblo hebreo para sellarlos en sus
frentes.
Encontramos que aparecen sellados en sus frentes, y tienen escrito en
sus frentes el Nombre del Cordero y el Nombre del Padre celestial, o
sea que tienen la revelación divina en sus almas y en sus mentes del
Nombre eterno de Dios y Nombre nuevo del Señor Jesucristo; revelación
que es dada por medio del mensaje del Ángel del Señor Jesucristo,
mensaje del Evangelio del Reino, para los escogidos de entre los
gentiles y para los escogidos del pueblo hebreo.
Es en el mensaje del Evangelio del Reino, que son las voces de los
siete Truenos de Apocalipsis 10 emitiendo su mensaje, que los
escogidos de entre los gentiles, la Novia-Esposa del Cordero, reciben
la fe, o sea la revelación para ser transformados y raptados. Está en
el Evangelio del Reino la revelación de la Segunda Venida d Cristo
como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores
en su Obra de Reclamo; y por esa causa es que la Segunda Venida de
Cristo le dará a Su Iglesia para ser transformados y raptados.
Y eso podemos ver que es una promesa para la Iglesia del Señor
Jesucristo. Por eso es que habla de la Trompeta final para venir la
resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros
los que vivimos, porque esa Trompeta final que es el mensaje del
Evangelio del Reino y es el mensaje que emiten los siete Truenos de
Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 en adelante, es la revelación de la
Segunda Venida de Cristo siendo dada a conocer a la Iglesia del Señor
Jesucristo, en donde Jesucristo, el buen Pastor de las ovejas, el Rey
de Israel, estará manifestándose como el Hijo de David, en su octava
manifestación que sería en el octavo Ángel, que es el Ángel del Señor
Jesucristo para la Dispensación del Reino y Edad de la Piedra Angular
en el Día Postrero.
Ahora podemos ver cómo aquí Cristo estará manifestado en el fin del
siglo, fin del tiempo y fin del mundo en este el Día postrero y Día
del Señor. Y ahí Cristo estará revelándose como la simiente, el Hijo
de David, para sentarse en el trono de David y reinar por mil años y
luego por toda la eternidad. Es por medio del Ángel del día octavo, de
la Dispensación del Reino o del día octavo como edad, pero día séptimo
o Día Postrero o séptimo milenio, que Cristo se estará revelando como
Hijo de David; y ahí Él cumplirá el tipo y figura de David, el Rey de
Israel, el octavo hijo de Isaí, porque David como rey representa a
Cristo como Rey sobre Israel, y habrá un Reino glorioso de mil años y
luego por toda la eternidad.
Así que, podemos ver cómo Cristo como Rey se reflejó en David, y
luego también se reflejó en Salomón el hijo de David, porque Salomón
como hijo de David es tipo y figura de Cristo. Cristo se reflejó en
ellos, pues ellos eran profetas, y Cristo se ha reflejado en Sus
profetas. Es en los profetas en los cuales Dios se refleja y en donde
Dios coloca Su Palabra, es a ellos a los cuales viene la Palabra de
Dios en cada edad y en cada dispensación. Siempre Dios ha tenido y
tendrá un velo de carne en este planeta Tierra en el cual manifestarse
y dar, por medio de ese velo de carne, el mensaje que corresponde a
ese tiempo.
Ahora, viendo que el pueblo hebreo estará de fiesta dentro de muy
poco, ya para fines de este año comenzará esa gran fiesta y la
continuará en el próximo año 1996, tenemos que estar a la expectativa
porque Dios ha prometido para el Día Postrero, Dios ha prometido para
el Día Postrero cumplir Sus grandes promesas de bendiciones para el
pueblo hebreo y también para Su Iglesia gentil. Estamos esperando la
materialización de Sus grandes promesas para la Iglesia y para el
pueblo hebreo, y para eso dice Jesús en Apocalipsis, capítulo 22,
verso 16:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas
en las iglesias.”
¿A quién envía? A Su Ángel mensajero para dar testimonio de estas
cosas, de estas cosas que deben suceder en este Día Postrero.
Apocalipsis 22, verso 6, también nos habla del Ángel que tiene que ser
enviado por Dios, y dice así:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el
Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para
mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”
Este es el enviado de Dios, el enviado de Jesucristo para dar a
conocer todas estas cosas que han de suceder en el Día Postrero, a la
Iglesia del Señor Jesucristo y luego al pueblo hebreo; a ambos es
enviado este Ángel del Señor Jesucristo para dar a conocer estas cosas
que deben suceder, las cuales eran un misterio escondido en la mente
de Dios pero que había sido anunciado en las profecías bíblicas del
Antiguo Testamento y también del Nuevo Testamento; pero la revelación
divina del cumplimiento de estas promesas es dado a conocer por medio
del Ángel del Señor Jesucristo. Para eso es que viene el Ángel del
Señor Jesucristo, y para que así el pueblo hebreo pueda recibir a
Cristo como su Rey, como el Hijo de David, y sentarse en el trono de
David para el glorioso Reino milenial.
Antes de sentarse en ese trono, habrá una etapa difícil, habrá
luchas, habrá pruebas, persecuciones, de todo como fue con David
después que fue ungido como rey por el profeta Samuel; pero la
victoria está prometida para Cristo como Hijo de David, como Rey de
reyes y Señor de señores, en Su revelación final en el Día
Postrero.
Es contra la revelación de Cristo, la manifestación de Cristo en Su
Ángel mensajero, que se levantará la bestia y los diez reyes, pero
perderán esa lucha; Cristo obtendrá la victoria. Y terminará el reino
de los gentiles, el reino del anticristo, que estará unificado durante
la gran tribulación, será destruido ese reino del anticristo y será
establecido el glorioso Reino del Hijo de David sobre Israel y sobre
todas las naciones.
Y así será como el Hijo de David, Jesucristo, se sentará en el Trono
de David, y con Él el vencedor, Su Ángel mensajero, se sentará con Él
en Su trono como Cristo ha prometido. Y todas las demás promesas
hechas en las diferentes edades al vencedor serán cumplidas en toda su
plenitud en el Ángel del Señor Jesucristo, y luego compartidas las
bendiciones con la Iglesia del Señor Jesucristo de esa edad del Ángel
del Señor Jesucristo, y luego también para todas las demás edades y
demás ángeles mensajeros del Señor Jesucristo nuestro Salvador.
“DAVID, EL REY DE ISRAEL, EL OCTAVO HIJO DE ISAÍ.”
Hemos visto este plan maravilloso que Dios estará llevando a cabo en
el Día Postrero. Hemos visto cómo todo se estará moviendo en favor de
ese programa para el cumplimiento de toda promesa divina relacionada
con el Reino de nuestro Señor Jesucristo.
“DAVID, EL REY DE ISRAEL, EL OCTAVO HIJO DE ISAÍ.”
Que las bendiciones de Jesucristo, el León de la tribu de Judá, el
Rey de reyes y Señor de señores, el Ángel del Pacto, sean sobre todos
ustedes y sobre mí también, y pronto todos seamos transformados y
estemos en el glorioso Reino milenial de nuestro Señor Jesucristo.
Muchas gracias por vuestra atención, amados amigos y hermanos
presentes y televidentes. Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y
con nosotros nuevamente dejo al señor David Ríos para continuar y
finalizar en esta ocasión esta actividad.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos.
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El León de Juda Rugiendo tiene como misión principal compartir la palabra de Dios vindicada para este tiempo, los mensajes obtenidos pueden ser consultados y verificados con los respectivos PDF's, si se desea obtener más información respecto al material expuesto en este sitio web del Rv. William Marrion Branham, puede acceder a branham.org para más información.
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