Uno Mayor Que Salomón
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EL LIBRO QUE UN HOMBRE COMIÓ
Rev. William Soto Santiago
05 de agosto de 1995
Medellín, Colombia
Muy buenas noches amados amigos y hermanos presentes y televidentes, es para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta noche para continuar dándoles la Palabra de Dios, el Programa divino correspondiente a nuestro tiempo.
Quiero leer en San Lucas, capítulo 11, versos 27 al 32, y dice así:
“Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste.
Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.
Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás.
Porque, así como Jonás fue señal a los ninivitas, también lo será el Hijo del Hombre a esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación, y los condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oir la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.
Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque a la predicación de Jonás se arrepintieron, y he aquí más que Jonás en este lugar.”
Nuestro tema para esta ocasión es: “UNO MAYOR QUE SALOMÓN.”
Cuando podemos hablar de alguien mayor que el rey Salomón, tiene que ser realmente una persona grande, importante en el Programa divino. Porque el rey Salomón fue el heredero al trono de David, y fue el joven que, a su temprana edad cuando tomó el reino, cuando se sentó en el trono de David siendo aún joven, Dios le apareció en sueño y le dijo que pidiera lo que él quisiera. Salomón pidió a Dios sabiduría para juzgar, para juzgar entre el bien y el mal, entre lo bueno y lo malo, y para así guiar al pueblo hebreo; no pidió riquezas ni fama, ni pidió la muerte de sus enemigos, sino sabiduría de parte de Dios.
Dios le dijo: “Por cuanto has pedido sabiduría y no riquezas ni fama, ni la muerte de tus enemigos, Yo te daré sabiduría; y también todas las demás cosas que no pediste.” Y fue el hombre más sabio en medio del pueblo hebreo.
Esa sabiduría comenzó a manifestarse con el juicio que hizo de aquellas dos mujeres rameras que habían tenido un hijo cada una, y una de ellas se acostó sobre su hijo y murió durante la noche; y cuando se dio cuenta, tomó su hijo muerto y lo llevó hacia donde estaba la otra mujer durmiendo con su hijo vivo, y quitó el hijo vivo de la otra mujer mientras la otra dormía, y colocó el hijo muerto al lado de la otra mujer y se llevó el vivo.
Y en la madrugada, cuando la otra mujer le fue a dar el pecho al niño, encontró que estaba muerto. Y en la mañana, miró bien al niño y vio que no era el hijo que ella había dado a luz sino que era el hijo de la otra mujer, e hizo el reclamo a la otra mujer y la otra mujer dijo que no era así; y llevaron el caso delante el rey, que aún era un joven, miren todo lo que puede hacer con un joven hasta colocarlo en un trono.
Ahora eso hizo con el rey Salomón, aun siendo un joven, aun siendo un joven heredó el trono de David, heredó el reino de Israel.
Ahora aquí esa sabiduría divina iba a ser manifestada en su comienzo. Y cuando le llevaron el caso a Salomón, Salomón, por cuanto ambas mujeres reclamaban que el hijo vivo era el de ella y el muerto era el de la otra, Salomón con la sabiduría divina, en una forma sencilla la manifestó, o fue manifestada; pidió una espada, y dijo: “Ahora partan el niño por la mitad, y le dan la mitad a una y la mitad a la otra.” Y cuando escucharon esta sentencia, esta palabra de parte del rey, la madre…la que no era madre, dijo: “Bien hecho (o sea, hágase así),” y la que era la verdadera madre, dijo: “No, señor, mi rey; denle el niño a esta mujer, a esta otra mujer.” ¿Por qué? Porqué se dolió en su corazón de que iban a matar a su hijo, que le iban a dar una parte a una y la otra a otra. ¿De qué sirve un hijo así? ¿Un hijo muerto? No sirve para ser amado, no sirve para darle el pecho, no sirve para ninguna de estas cosas. Por lo tanto, prefirió perder a su hijo, y que se mantuviera vivo, aunque fuera en las manos de la otra mujer.
El rey Salomón cuando vio la forma en que actuó esta mujer, dijo: “Denle el niño a esta mujer, ésta es la madre.” La otra decía: “¡Que partan al niño por el medio! “Pues no le dolía nada porque no era su hijo. No sabemos qué mando a hacer Salomón con una mujer de esa clase, que no tenía sentimientos.
Ahora, encontramos que de esa forma comenzó a manifestarse la sabiduría que Dios había colocado en el corazón de Salomón, y la forma más amplia, más grande en que se manifestó la sabiduría de Dios colocada en el corazón de Salomón, esa sabiduría que Salomón tenía no era de él sino de Dios en él. Era la sabiduría de Dios. Y la forma plena en que se manifestó en él fue en la construcción del templo que le hizo a Dios por orden divina, lo cual fue el deseo del corazón de David; pero David no podía construir el templo de Dios porque Dios dijo que había derramado mucha sangre, y ahora, Dios le dijo a David que de sus entrañas vendría un hijo suyo, una simiente suya, el cual después que David muriera, le edificaría el templo; y ese fue su hijo Salomón.
La sabiduría de Salomón en la construcción del templo, para lo cual David almacenó oro, plata, bronce, hierro y madera, todo lo que se necesitaba, y luego Salomón pidió más, consiguió más de la madera que se necesitaba y las demás cosas, pues David le dijo: “Y lo que te falte, consíguelo.” Encontramos que también le dio el plano del templo, y Salomón con esa sabiduría divina, construyó el templo. Fue la persona que estuvo frente a la construcción de ese templo, el que dio las órdenes, el que consiguió, el que ordenó el conseguir los obreros, los cuales fueron muchos, tanto hebreos como gentiles también; pues en la construcción de ese templo, estaban gentiles y hebreos también.
Ahora, ¿por qué la sabiduría de Salomón fue manifestada ahí plenamente? Porque para construir un templo aquí en la Tierra, que represente el Templo que está en el Cielo, verdaderamente se tiene que tener sabiduría y no humana sino del Cielo, para colocar cada cosa en su debido lugar y ser así un templo que represente el Templo que está en el Cielo.
Y ahora, para aparecer uno mayor que Salomón, se requería que apareciera uno que tuviera la sabiduría del Cielo y que pudiera construir un templo mayor de Salomón. Y ese nuestro Señor Jesucristo, el Ángel del Pacto encarnado en la persona de Jesús, el cual ha estado construyendo un Templo superior al templo de Salomón, superior por cuanto no es de piedras literales ni de madera literal, ni con oro literal sino un Templo hecho con piedras vivas, con seres humanos vivos que forman la Iglesia del Señor Jesucristo; un templo que contiene en sus miembros, sus componentes, todo lo que está en el Templo que está en el Cielo.
Y Cristo ha ido construyéndolo de etapa en etapa, de edad en edad, fue Cristo en los apóstoles, fue Cristo en cada ángel mensajero, y es Cristo en el Día Postrero en el Ángel del Señor Jesucristo, o sea, en Su Ángel, en la labor de la construcción de Su Templo espiritual, de Su Iglesia, y encontramos que en el fin del tiempo, en el Día Postrero, se realiza la parte más importante en la construcción del Templo espiritual de Cristo: el Lugar Santísimo de ese Templo, con seres humanos, con piedras vivas.
La parte del Lugar Santo fue construido con personas, con seres humanos que vinieron a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo en cada una de las siete edades de la Iglesia gentil, correspondiente a ese Lugar Santo del Templo espiritual de Cristo. Y ahora en el Lugar Santísimo, Cristo, el Espíritu Santo, el Ángel del Pacto, llama y junta a Sus escogidos del Día Postrero y los coloca en el Templo espiritual de Cristo, construye con ellos la Edad del Lugar Santísimo, y ahí son colocados los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo del Día Postrero, para lo cual hace el llamado de la Trompeta final o de gran Voz de Trompeta en la América Latina y el Caribe para con piedras latinoamericanas y caribeñas formar el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual.
Y así terminarse la labor de la construcción del Templo espiritual de Cristo, y ser dedicado, y ser adoptado ese templo y cada miembro de ese Templo espiritual en el Reino de Dios, para que así habite Dios en toda Su plenitud en Su Templo espiritual y more en el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual en medio de los dos querubines, en medio de los ministerios de Moisés y Elías, en donde la Gloria de Dios, la Gloria de Jesucristo está prometida para ser manifestada en el Templo espiritual del Señor Jesucristo.
Ya la manifestación de Cristo en las etapas pasadas fue realizada, y ahora solamente queda la manifestación de Cristo, del Ángel del Pacto, del Espíritu Santo, en el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual, el cual ha estado construyendo Jesucristo, el Ángel del Pacto, que es uno mayor que Salomón.
Salomón construyó un templo terrenal para Dios, pero ahora Jesucristo ha estado construyendo un Templo celestial aquí en la Tierra, con seres humanos, un Templo en donde Dios habitará en toda Su plenitud por toda la eternidad. Por esa causa es que en la Nueva Jerusalén no hay templo físico, literal, de cuatro paredes, porque la Nueva Jerusalén es el tabernáculo de Dios, pues ahí están los miembros del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, los cuales habitarán en esa montaña, en ese monte, en esa ciudad que estará establecida aquí en este planeta Tierra en el territorio de Jerusalén; el cual será más grande de lo que es en la actualidad, cuando ya desparezca el mar, y habrá más territorio seco para habitar en él todos los hijos de Dios, y la Nueva Jerusalén, como ciudad aquí en la Tierra, ser tan grande que no habrá ninguna ciudad mayor que la Nueva Jerusalén; ni la habrá ni la hubo tampoco en el pasado.
Se dice de la ciudad de México que es la ciudad más grande del mundo, es la ciudad que más habitantes que tiene, y también se habla de otras ciudades grandes que existen, pero ninguna será tan grande como la Nueva Jerusalén que estará en este planeta Tierra. Será tan y tan grande, que tendrá aproximadamente 1.500 millas de ancho y 1.500 millas de largo y 1.500 millas de alto también; y en una ciudad así caben muchos habitantes.
Ahí moraran con Cristo todos los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, o sea Su Iglesia. Allí estarán y también los ciento cuarenta y cuatro mil hebreos escogidos de Dios, doce mil de cada tribu que serán llamados y juntados en este el Día Postrero por el ministerio de Moisés y Elías, el ministerio de los dos Olivos, el ministerio que estará o los ministerios que estarán en el Ángel del Señor Jesucristo, en el Ángel con el Sello del Dios vivo de Apocalipsis, capítulo 7, verso 2.
Y también estarán allí Abraham, Isaac, Jacob, los patriarcas, y todos los santos, los escogidos del Antiguo Testamento. Estarán allí todos los miembros de la Iglesia del Antiguo Testamento, o sea, los escogidos del Antiguo Testamento, para vivir por toda la eternidad en esa gran ciudad. Esa era la gran ciudad que Abraham buscaba, cuando salió buscando, una ciudad con fundamentos cuyo arquitecto, cuyo Artífice y Arquitecto era Dios. Esa es la ciudad que nos habla la Escritura como la Nueva Jerusalén, la cual tendrá el Nombre eterno de Dios y allí habitará el mismo Dios; o sea que en los planes divinos está el colocar Su Trono aquí en la Tierra, Él habitar aquí en la Tierra con Sus hijos, Sus atributos, para toda la eternidad.
Ahora, podemos ver porqué nuestro Señor Jesucristo es uno mayor que el rey Salomón, uno mayor que todos los profetas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento también, porque Él es el constructor, el Constructor de ese Templo espiritual para Dios, es el que construye el Templo de Jehová, porque el renuevo sería el que construiría el Templo de Jehová; un Templo eterno, hecho con seres humanos.
El Señor Jesucristo, que es el Ángel del Pacto del Antiguo
Testamento, es uno mayor que Salomón.
“UNO MAYOR QUE SALOMÓN.”
Y esa obra que Él está haciendo es tan importante en el Programa divino que, cuando se complete, será dedicada plenamente a Dios y Dios habitará en ese Templo hecho con seres humanos, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual ha ido creciendo a medida que ha ido construyéndose cada etapa de ese Templo espiritual.
Ahora podemos ver porqué Jesús es uno mayor que Salomón. Es la sabiduría divina la que ha estado siendo manifestada en la Obra que Cristo ha estado llevando a cabo para hacer con seres humanos un Templo espiritual que representa el Templo de Dios que está en el Cielo. Ese Templo espiritual será el que Dios usará en esta Tierra, y será el que estará representando el Templo que está en el Cielo, y será por medio de ese Templo espiritual que el Dios del Cielo llevará a cabo Sus negocios aquí en la Tierra, en este planeta, para la Gloria de Dios.
“UNO MAYOR QUE EL REY SALOMÓN.”
Ahora, hemos visto que cada uno de nosotros hemos sido llamados y juntados para ser colocados en ese Templo espiritual, en el Lugar Santísimo de ese Templo espiritual, el lugar más privilegiado del Templo que hizo Moisés, del templo que hizo Salomón, y del templo que el Señor Jesucristo está construyendo. Ese es el lugar en donde la Gloria de Dios habitó en el que hizo Moisés, habitó en el que hizo Salomón, y habitará en el que Cristo está construyendo.
Nosotros estamos viviendo en la etapa más gloriosa del Templo espiritual de Dios, en la edad más gloriosa de la Iglesia del Señor Jesucristo: la edad del Lugar Santísimo de Su Templo, la Edad de la Piedra Angular, la edad donde la Gloria de Dios será manifestada en toda Su plenitud, gracias a uno mayor que Salomón: nuestro Señor Jesucristo, el cual ha estado manifestándose de edad en edad en la construcción de ese Templo por medio de cada mensajero enviado por Cristo, hasta llegar a este tiempo final donde envía a Su Ángel mensajero a través del cual lleva a cabo la construcción del Lugar Santísimo de Su Templo espiritual.
¿Y quién es el que hace la Obra? Uno mayor que Salomón: nuestro Señor Jesucristo, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, Él es uno mayor que el rey Salomón.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, sean sobre cada uno de ustedes y se materialicen en cada uno de ustedes todas las bendiciones del Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo y también en mí, se materialicen esas bendiciones.
Muchas gracias por vuestra amable atención amigos y hermanos presentes y televidentes, que Dios sea con cada uno de ustedes.
Que Dios les bendiga grandemente, y pasen todos muy buenas noches.
Dejo con nosotros nuevamente a David Ríos para continuar y finalizar en esta noche en esta ocasión, esta parte y nuestra parte, dándole gracias a Dios por Jesucristo, uno mayor que el rey Salomón, el cual ha estado construyendo ese Templo celestial, ese Templo espiritual, para morada de Dios en Espíritu; porque Dios es Espíritu.
Bueno, ya tenemos por aquí a David, que Dios les continúe bendiciendo a todos, y pasen todos muy buenas noches.
“UNO MAYOR QUE SALOMÓN.”
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