Un Viaje Para Ver Al Mesías
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Un Viaje Para Ver Al Mesías
Rev. William Soto Santiago
22 de Diciembre de 1980
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…que cuando salieron de Jerusalén comenzaron nuevamente a ver la estrella, y la estrella señalaba hacia Belén de Judea; y ellos siguieron a esa estrella. Y cuando vieron y siguieron esa estrella y llegaron hasta donde esa estrella señalaba, allí estaba el Mesías; ya tenía como dos años de haber nacido. Les tomó dos años aproximadamente a estos sabios llegar hasta donde el Mesías estaba, pero llegaron, porque siguieron a una estrella, no a cualquier estrella, sino a la Estrella mesiánica, a la Estrella que representaba al Mesías.
Por lo tanto, la Estrella mesiánica estaba en el Cielo, por lo tanto, la Estrella, que era el Mesías, tenía que estar en la Tierra. Él es la Estrella de la mañana, así nos dice la escritura, y Él prometió esa estrella para los vencedores, por lo tanto, en Su segunda venida los vencedores recibirán, se encontrarán, verán a esa Estrella nuevamente, porque Él es la Estrella de la mañana.
Todo estará en orden, por lo tanto, habrá un viaje, otro viaje para ver al Mesías. Y ese otro viaje es el viaje de los sabios de Dios, porque los entendidos entenderán; y los entendidos, los sabios, que es el pueblo escogido de Dios, desde el Este ha salido rumbo al Oeste, ¿por qué? Porque la Estrella, la Estrella de la mañana estará en el Oeste para alumbrar y para anunciar la llegada de un nuevo día, para anunciar la llegada del Señor, la Segunda Venida del Señor.
Por lo tanto, los escogidos, los sabios espirituales, mirando desde el Este hasta el Oeste, ellos mirarán y verán la Estrella, la Estrella resplandeciente de la mañana.
Desde los tiempos pasados, el pueblo escogido ha sabido que la estrella de la mañana estaría en el Oeste y señalando al Oeste, en donde estaría la Venida del Mesías por segunda vez. Por lo tanto, este viaje para ver al Mesías lo comenzó el pueblo sabio, la gente sabia, los hijos de Dios, lo comenzó desde hace dos mil años atrás aproximadamente. Y comenzó a caminar desde el Este hasta el Oeste, ¿para qué? para encontrarse con el Mesías, porque la Estrella, la Estrella de la mañana mirando desde el Este hasta el Oeste, es vista y ellos miraron desde el Este hacia el Oeste y vieron que esa estrella estaría en el Oeste señalando la Segunda Venida del Señor.
Ese viaje comenzó, como ya les dije, dos mil años atrás, dos días, por lo tanto, encontramos que el pueblo de Dios, los escogidos han venido viajando desde el Este hasta el Oeste, ¿para qué? para ver al Mesías, para ver al Mesías en Su segunda venida, porque ellos han visto que la Venida del Mesías, la venida del Hijo del Hombre sería como el relámpago, que sale del este, en el Oriente, y se muestra en el Occidente. Por lo tanto, así sería la Venida del Mesías, la Venida del Mesías sería mostrada ¿dónde? en el Oeste.
Así que entonces, la ruta del viaje de los escogidos, de los sabios, es desde el Este hasta el Oeste. Y encontramos que en este tiempo final los sabios, los entendidos de Dios que entenderían en este tiempo final las cosas que serían abiertas para el pueblo de Dios en los corazones de los hijos de Dios, de cada uno de ellos como individuos y también de todos ellos como grupo, por lo tanto, en ellos como grupo vienen a ser la Edad de la Piedra Angular. Por lo tanto, en ese tiempo es el tiempo en que la Estrella de la mañana saldrá en el corazón del Cuerpo Místico del Señor. Y el corazón del Cuerpo Místico del Señor es la Edad de la Piedra Angular; y siendo ese el corazón, ahí es que está el alma, ahí es que está lo que Dios ha prometido que estaría.
Por eso es que ahí viene el Señor, ahí es que Él entonces sale como la Estrella de la mañana, y ahí es entonces que Él alumbra a todos los escogidos que están en ese lugar. ¿Por qué? Porque Él sale como la Estrella de la mañana en el corazón del Cuerpo Místico del Señor, que es la Iglesia del Señor…**[corte en el video]…el ministerio, forman entonces ¿qué? La Estrella Mesiánica, forman entonces ¿qué? La Venida del Señor, que es la Estrella de la mañana. Esa Estrella entonces, siendo la conjunción de tres ministerios grandes, señalará a la Segunda Venida del Señor, identificará el ministerio del Séptimo Sello como la Segunda Venida del Señor cumplida.
Y en este tiempo, en los cuarteles generales del Cristianismo en general y en los cuarteles generales de todas las denominaciones, ellos nada sabrán de estas cosas como nada supieron en los cuarteles generales del Judaísmo, nada sabrán en los cuarteles generales del Cristianismo y de las demás religiones. Pero los hombres sabios y mujeres sabias, los entendidos de este tiempo, sí sabrán que la Estrella de la mañana, que es la conjunción de tres poderosos ministerios, al ser vista manifiesta y ser vista alumbrando en la mañana, señala, anuncia la Segunda Venida del Señor. Y con ese anuncio que los hombres sabios de aquel tiempo dieron en Jerusalén, la gente se confundió; el reino gentil, el cuarto imperio que estaba en aquellos días gobernando con su rey, se confundió; también toda Jerusalén con sus líderes religiosos.
Si eso aconteció en aquel tiempo cuando los magos, los hombres sabios vieron aquella estrella, la estrella mesiánica, y anunciaron que el Mesías estaba sobre la Tierra y hubo una grande confusión, una grande confusión en el gobierno de aquel tiempo y en la religión de aquel tiempo, también en este tiempo habrá una grande confusión con el anuncio de la aparición de esa grande Estrella.
Aun todo eso también fue tipificado cuando siete mensajeros, siete ángeles aparecieron en Arizona hace algunos años atrás, en el 1963. Aquello estaba señalando la Venida del Mesías, Dios lo estaba declarando en el Cielo literal, Él lo declaró primero para luego realizarlo aquí en la Tierra; porque Él lo declara primero en el Cielo, antes de declararlo en la Tierra, antes de realizarlo en la Tierra. Y así como Él lo declara en el Cielo, así luego es el orden para ser realizado en la Tierra.
Encontramos que para el precursor de la Segunda Venida del Señor poderse encontrar y ver al Señor en Su segunda venida, él tuvo que estar mirando desde el Este hasta el Oeste; pero el Ángel, aquel mensajero, aquel Ángel Fuerte, aquel poderoso Ángel estaba parado mirando desde el Oeste para el Este; pero aquel que lo quería ver tenía que estar parado en el Este, mirando hasta el Oeste y le veía cara a cara. Ese es el orden, ¿por qué? porque así fue que Dios dijo que sería hecho; ahí fue mostrado cómo sería todo lo relacionado a la Venida del Señor.
Por lo tanto, en este tiempo en que vivimos, todo aquello que aconteció en el pasado señala lo que estará aconteciendo en este tiempo en que vivimos. Encontramos algo muy importante, sabemos que el Señor es la Estrella de la mañana. Cuando Él vino en Su primera venida Él era la Estrella de la mañana, la Estrella de la mañana de un nuevo día dispensacional, de un nuevo día espiritual; pero había una estrella de la tarde que estaba anunciando que por la mañana vendría una estrella. Y esa estrella que estaba anunciando la venida de la estrella de la mañana era Juan el Bautista, porque el fue la estrella de la tarde, de la tarde del día de la Ley, el fue la estrella de la tarde de la séptima edad de la Iglesia hebrea.
Así también encontramos que él fue la luz de la tarde, del sol de la tarde del día hebreo, el fue la luz de la tarde del día de los hebreos, de la dispensación hebrea. Pero esa luz de la tarde anunciaba la luz de la mañana como la Luz que vendría al mundo, sería la luz de la mañana, la luz de un nuevo día; y cuando sale la luz de la mañana, la estrella de la mañana está presente, por lo tanto, podemos ver que el Señor en Su primera venida era la Estrella de la mañana y también era el Sol de la mañana. Y en Su segunda venida Él sigue siendo el Sol de la mañana, el sol de un nuevo día, el sol de una nueva dispensación, la Luz que alumbrará en esa nueva dispensación, y sigue también siendo la Estrella de la mañana, de la mañana de un nuevo día espiritual, de una nueva dispensación espiritual.
Pero también tenemos que entender que hubo una estrella que anunció que en la mañana vendría la estrella principal, y esa estrella que anunció esa venida fue la estrella de la tarde: la estrella de la tarde del Día de la Gracia, la estrella de la tarde de la Edad de Laodicea. Era la estrella séptima, ¿por qué? porque era la última estrella, la última estrella de las siete edades de la Iglesia; y después de esa última estrella, entonces la promesa divina de que Dios le daría a Su pueblo la Estrella resplandeciente de la mañana sería una realidad, porque esa sería la Segunda Venida del Señor cumplida para todo el pueblo de Dios, y Dios entonces le daría como mensajero al pueblo de Dios la Estrella de la mañana, que es el Señor en Su venida.
También encontramos que la luz de la tarde fue el precursor de la Segunda Venida del Señor, y esa luz de la tarde, que fue Elías, por cuarta vez anunció que vendría una mañana, y en esa mañana el Sol de justicia vendría y alumbraría a todo ser humano. El profeta Malaquías también dijo: “A los que temen Mi Nombre les nacerá el Sol de justicia, y en Sus alas traerá salvación.” Así también lo anunció el precursor de la Segunda Venida de Cristo, porque él era la luz de la tarde, la luz del sol de la tarde, que anunciaba la Luz del Sol de la mañana y la Luz del Sol de la mañana es la Segunda Venida del Señor realizada en esta Tierra.
Por lo tanto, en este tiempo en que vivimos todas estas promesas son realizadas conforme a la promesa divina. Así como fue visto en los tipos y figuras, así como fue visto en acontecimientos que ocurrieron, tanto en el Cielo como en la Tierra, que señalaban la Segunda Venida del Señor, así es como Dios lo realiza en este tiempo. Por lo tanto, luego que es realizada la Venida del Señor, entonces es cuando el mensaje puede ir hacia el Este; antes no. ¿Pero dónde está el mensaje que va para el Este? En el Oeste.
Es como fue en el orden del templo, del templo o tabernáculo que Dios le mandó a levantar a Moisés, y también como el que Salomón construyó. Encontramos que el orden de ese templo era del Este hacia el Oeste, encontramos que el lugar del Oeste era el lugar más importante, porque en el Oeste fue el lugar adonde vino el Señor, adonde vino la Shekinah, y adonde la Shekinah vino a habitar. Porque en el Oeste del templo estaba el lugar santísimo, y en ese lugar santísimo era que estaban los dos querubines, tipo y figura del ministerio de Moisés y Elías que estará en el Oeste y desde el cual y de entre los cuales se manifestará el Señor en Su segunda venida.
Entonces, la Palabra y la Gloria de Dios serán vistas en el Oeste, como el relámpago que se manifiesta en el Oeste. Entonces los que están en el Este mirando hacia el Oeste podrán ver la Venida del Señor, que estará en el Lugar Santísimo del Templo espiritual que es la Iglesia del Señor. Ahí estará el Señor manifiesto en Su segunda venida, ¿para qué? para hablar, para hablarle a Su pueblo. Ahí estará también el Pacto divino, por eso es que Él viene con el arco celeste sobre Su cabeza; el Arca del Pacto estará ¿dónde? en el Lugar Santísimo, y el maná escondido, el alimento espiritual, el alimento eterno, también es en Lugar Santísimo donde está.
Ellos verán la Gloria de Dios ahí, ellos comerán del maná escondido en ese lugar, ellos verán la Luz divina en ese lugar, verán la Estrella de la mañana, el Sol resplandeciente de la mañana también, ellos verán a la Shekinah manifestada en el Lugar Santísimo, de en medio de los dos querubines, de en medio de los ministerios de Moisés y Elías, los cuales fueron representados por los dos querubines. Eso todo estará en el Oeste, pero mirando Dios hacia el Este. Y para mirar y ver a Dios manifiesto en el Lugar Santísimo, hay que mirar desde el Este hacia el Oeste. Pero Dios mira desde el Oeste hacia el Este, esa es la posición, esa es la manera en que Dios nos ha colocado, y esa es la manera en que Dios nos ha permitido estar, tanto en lo espiritual como también aquí en esta mañana y en todas las ocasiones en que aquí nos reunimos.
Ese es el orden, esa es la manera, y queremos siempre estar mirando lo que Él dijo que miraríamos: la Presencia del Señor manifestada en el Lugar Santísimo. En el Templo de Dios, el cual es Su Iglesia, Él estaría manifiesto en toda Su plenitud en Su segunda venida en la Edad del Lugar Santísimo, que es la Edad de la Piedra Angular.
Por lo tanto, sabemos dónde estamos, sabemos la bendición que nos ha tocado, sabemos lo que estamos mirando, sabemos lo que estamos viendo y sabemos la bendición que hay. Es desde ese lugar que Dios prometió que se manifestaría y hablaría en este tiempo final, y Su Voz llegaría hasta el Este. El lugar desde donde Dios habla es desde el Oeste, es desde el Lugar Santísimo; pero su voz llegará hasta el Este.
Por lo tanto, estamos viviendo en el tiempo más grande de la historia del pueblo de Dios, estamos viviendo en el tiempo más glorioso de la Iglesia del Señor, porque estamos viviendo en el tiempo de la edad más gloriosa de todas: de la edad del Trono de Dios, de la Edad donde el Señor toma Su Trono, el Trono del Hijo de David, se sienta en él, y desde ahí Él gobierna a todo Su pueblo.
Por lo tanto, tenemos que darle gracias a Dios por la bendición que nos ha tocado de vivir en el tiempo final, en donde la Estrella de la mañana estaría alumbrando ¿para qué? Para guiar al pueblo, para guiar a los entendidos, para encontrarse con la venida del Señor conforme al orden de Su venida, para encontrarse con el Rey, el cual dijo que regresaría, y Él dijo que regresaría como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores; por eso es que viene para sentarse en Su Trono.
Así que ahora sabemos lo que está aconteciendo. Él nunca se había sentado en ese Trono, ¿por qué? Porque no había llegado el tiempo para eso, porque la construcción de Su Templo todavía no estaba completada. Él mismo estaba haciendo Su Templo, y cuando completó Su construcción, entonces Él viene en Su segunda venida para sentarse en el Trono de Su Templo, que es Su Iglesia, que es Su Reino; así como lo hizo en el templo que hizo Salomón y como el que hizo Moisés, ese fue el modelo de lo que acontecería en el glorioso Templo del Señor, en el Templo espiritual que es la Iglesia del Señor.
En esta mañana hemos tenido un viaje para ver al Mesías, un viaje espiritual que ha sido efectuado por aproximadamente dos mil años por los sabios de Dios, por los entendidos de Dios; no dos años, sino que aquellos dos años que viajaron los sabios, para los sabios espirituales, para los entendidos espirituales representan dos, dos milenios aproximadamente. Por lo tanto, aquí estamos, finalizando los dos años, los dos años espirituales, los dos milenios espirituales o los dos mil años aproximadamente espirituales. Pero al final hemos llegado adonde la Estrella nos señalaba que estaría el cumplimiento de la Venida del Mesías.
¿Quiénes sabían esto? la Escritura lo decía; pero muy pocos sabían el sitio exacto en donde la Segunda Venida del Señor sería cumplida. Pero habría una estrella, la Estrella de la mañana que guiaría al pueblo para señalarle el sitio exacto en donde el Mesías estaría; y la Estrella se posaría en el lugar en donde el Mesías estaría viviendo, en el lugar en donde estaría cumplida la Venida del Mesías.
Por lo tanto, esa sería la gran señal, la gran señal de la Venida del Mesías, la gran señal de que el Mesías estaría sobre la Tierra. Y esa gran señal sería el guía para todos los sabios, porque esa gran señal, esa gran Estrella de la mañana les estaría diciendo a ellos y les estaría mostrando a ellos el camino a seguir para llegar a tener un encuentro con la Venida del Mesías.
Estamos en ese tiempo, no había otra cosa, no había otra señal; solamente la aparición de aquella estrella de la mañana, que era la conjunción de tres planetas, y esa estrella estaba hablando, tenía un mensaje que señalaba la Venida del Mesías. Y así también esa misma estrella, pero en lo espiritual, que es la Estrella resplandeciente de la mañana, que es la conjunción de esos tres poderosos ministerios, estaría trayendo un mensaje, un mensaje que señalaría que el Mesías estaría sobre la Tierra en esos días. Y los sabios, los entendidos espirituales, seguirían a esa Estrella, y escucharían ese mensaje, y llegarían ¿a qué? a tener ese encuentro, a encontrar y ver al Mesías en Su segunda venida. ¿Por qué? Porque ellos estarían en la trayectoria, en el camino correcto, y estarían viendo a esa Estrella y estarían escuchando Su mensaje.
Así es en este tiempo, el viaje ha sido concluido; hemos llegado. Los que no han viajado para ver, no saben nada. Pero ¿qué hacemos en esta hora? Les invitamos a todos a dar este viaje, siguiendo esta Estrella y siguiendo Su mensaje para ver al Mesías en Su segunda venida.
Eso es lo que fue prometido para este tiempo. Todas las religiones saben que este es el tiempo, todas las religiones saben que es el tiempo para la Segunda Venida del Señor; pero todos tienen que saber que habría una señal, que habría una Estrella, una estrella resplandeciendo: la Estrella de la mañana con un mensaje para guiar al pueblo para llegar a ver la Segunda Venida del Mesías.
Todos están invitados para mirar lo que aquellos sabios miraron, y para seguir lo que aquellos sabios siguieron, Ellos miraron y vieron a la estrella, la Estrella del Mesías, y siguieron a la estrella del Mesías, y creyeron el mensaje de la estrella, por eso ellos decían que el Mesías estaba sobre la Tierra. Lo buscaron en Jerusalén, pero allí no estaba, estaba en Belén de Judea. Por lo tanto, tenemos que entender estas cosas para no fallar en ver la Segunda Venida del Mesías conforme a la promesa del Señor para este tiempo.
¿Dónde estaba? Los sabios estaban en el Este, pero caminaron para el Oeste para encontrarse con el Mesías. Aunque era un niño, pero era el Mesías; y aunque cualquier persona pueda mirar la Venida del Señor en los días finales y cuando la vean cumplida decir: “Es un niño,” con todo y eso, será la promesa cumplida, la promesa mesiánica. Y no importa que sea un niño, él crecerá, él crecerá en conocimiento, en sabiduría divina, en ciencia divina y él estará en el ministerio correspondiente para este tiempo.
Por lo tanto, así fue la primera venida y así es la segunda venida. Todos deben entender estas cosas, y nunca pensar que sea un niño. Los sabios no pensaban: “Es un niño,” aquellos sabios pensaban: “Es el Mesías, es el Rey de los judíos,” aunque no le veían una corona, aunque no lo veían sobre un trono ellos sabían que era el Mesías, ¿por qué? Porque la estrella decía que Aquel era el Mesías. El mensaje de la estrella estaba revelando ese gran misterio, y ellos decían: “Hemos visto Su estrella, ¿dónde está el Rey de los judíos?”
Estaba sobre la Tierra, no parecía un rey, no parecía el Mesías, pero era el Mesías y era el Rey. Y fue perseguido por el rey Herodes, un rey persiguiendo al Rey de los judíos. Pero ¿qué sucedió? Hubo muchos acontecimientos, pasó por muchas pruebas, pero seguía siendo el Rey, seguía siendo el Mesías prometido. Y Él prometió Su regreso en los días finales.
Debemos entender este viaje, este viaje de los sabios para también así poder ver el viaje de los entendidos, de los sabios espirituales, que han estado viajando por aproximadamente dos mil años, pasando por siete edades, y cualquiera puede decir: “Nosotros comimos maná en tal o cual edad, pero aquel maná luego se corrompió,” así como se corrompía el maná en el desierto. Pero Dios tiene un maná escondido el cual ha prometido para Sus hijos. Él dijo que a los vencedores les daría del maná escondido. ¿Y dónde estaría el maná escondido? ¿Dónde lo escondió Dios allá en el templo? Él lo escondió en el lugar santísimo, allí donde estaba el arca, dentro del arca allí estaba el maná escondido; y allí estaban los dos querubines, y allí estaba la Shekinah, por eso era un maná eterno, un maná que no se corrompía porque allí estaba la Shekinah, allí estaba la Plenitud de Dios.
Por lo tanto, ese lugar es el lugar más importante, y todo lo que entra en ese lugar, se convierte en algo eterno. Así es la manera de Dios. Dios prometió el maná escondido, el maná escondido es el mensaje, es la revelación divina, es el mensaje del Señor en Su Segunda Venida, es el mensaje que nos trae los Truenos; y ese maná escondido es para todos los escogidos, para todos los vencedores.
Allá en el tiempo pasado les fue dado un maná, pero todos murieron a través de las edades; pero Él prometió dar el maná escondido en este tiempo. Y eso es lo único que hará que haya personas en esta Tierra que no verán muerte, sino que sean transformados. ¿Por qué? Porque estarán comiendo de un maná eterno, el cual recibió eternidad en el lugar en donde se encuentra, en el Lugar Santísimo. Y todo lo que entra ahí, recibe eternidad; así es con los escogidos de este tiempo, los cuales entrarán al Lugar Santísimo, ellos verán la Gloria de Dios ahí, ellos comerán del maná escondido en ese lugar, y la Iglesia, los entendidos, los sabios de Dios, han llegado al Oeste, se encuentran en el Oeste y todavía están viendo la señal espiritual, la señal de la Estrella de Belén, la señal de la Estrella del Mesías, que señala la Venida del Señor.
“UN VIAJE PARA VER AL MESÍAS.” para ver al Rey de reyes y Señor de señores, que estaría sobre la Tierra en este tiempo final en Su segunda venida manifestado en el Oeste conforme a Su promesa.
“UN VIAJE PARA VER AL MESÍAS.” Hemos visto cómo la Iglesia, que es una sola, ha estado viajando para… [corte en el video]…
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