La Religión En La Trayectoria Del Apocalipsis Desde El Oriente Hasta El Occidente
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La Religión En La Trayectoria Del Apocalipsis Desde El Oriente Hasta El Occidente
Rev. William Soto Santiago
24 de Julio de 1982
Maturín, Venezuela
Muy buenos días, amados hermanos y amigos, es para mí un privilegio estar con ustedes para hablarles en esta mañana de la Palabra de Dios. Quiero inmediatamente leer un pasaje en el Apocalipsis, en el capítulo 22, y verso 16, que nos dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones. Nuestro tema para esta ocasión en la serie que hemos comenzado, la serie titulada: “EL APOCALIPSIS DE ORIENTE A OCCIDENTE,” nuestro tema es éste, el tema de la serie, y trataremos en esta ocasión sobre la religión: “LA RELIGIÓN EN LA TRAYECTORIA DEL APOCALIPSIS DESDE ORIENTE HASTA OCCIDENTE.”
Encontramos que a través del Apocalipsis la religión es el tema principal que enfoca el Apocalipsis. Ahora este tema lo enfoca desde diferentes ángulos, y aquí en este tema “LA RELIGIÓN,” encontramos que el Apocalipsis es amplio y a través de un sinnúmero de símbolos muestra el aspecto religioso en la trayectoria apocalíptica.
Podemos ver que todo esto que muestra el Apocalipsis en el aspecto religioso, lo muestra a través de diferentes símbolos. Por ejemplo, nos muestra la trayectoria religiosa en la forma de siete edades o siete iglesias con siete ángeles, que son siete mensajeros. Aquí cuando nos muestra las siete iglesias, estas siete iglesias fueron representativas de las siete etapas por las cuales pasaría la Iglesia del Señor Jesucristo.
Encontramos que en Asia había siete iglesias con estos siete nombres, pero esas siete iglesias de Asia vinieron a representar a la Iglesia del Señor pasando por siete etapas a través de la trayectoria apocalíptica desde el Oriente hasta el Occidente. Ahí podemos ver que hay un sinnúmero de símbolos usados para expresar un sinnúmero de cosas que estarían manifiestas en esas siete etapas o edades de la Iglesia gentil.
Por ejemplo, tenemos ahí el maná escondido, en una de esas edades Él les promete darles del maná escondido. También les habla en una edad acerca del Árbol de la Vida; también les habla de un sinnúmero de cosas como promesas que les da a los vencedores que tendrían la victoria a través de la trayectoria apocalíptica desde el Oriente hasta el Occidente; pues a través de esa trayectoria habría hijos de Dios que vivirían en esta Tierra y que obtendrían la victoria, los cuales entrarían a la Vida eterna.
Encontramos que vemos ese cuadro religioso, ese cuadro espiritual mostrado en la trayectoria apocalíptica.
Vimos que esa Iglesia a través y en la cual Él estaría llevando a cabo una obra, la cual obra sería la Obra de la construcción de esa Iglesia, o sea, la construcción de ese Templo, porque el Templo del Señor es Su Iglesia, así como hubo en el Antiguo Testamento un templo, también en el Nuevo Testamento se nos muestra un Templo; se nos muestra un Templo que es el Templo del Señor, la Iglesia del Señor, que Él ha estado construyendo en la trayectoria apocalíptica desde el Oriente hasta el Occidente.
También se nos muestra o se les promete a los hijos de Dios que serán hechos columnas en el Templo de Dios, y un sinnúmero más de promesas, esas promesas están hechas en una manera simbólica, utilizando cosas del Antiguo Testamento que fueron conocidas, las cuales representan cosas en el Nuevo Testamento. Vemos claramente entonces que el libro del Apocalipsis toma del Antiguo Testamento cosas que fueron reales allá, cosas que ellos experimentaron allá, para utilizarlas como tipos y figuras de cosas correspondientes al Nuevo Testamento.
Por ejemplo, tenemos en el Nuevo Testamento el Cordero de Dios, ¿quién es el Cordero de Dios? Ese Cordero de Dios es el Señor Jesucristo, pero ese Cordero en el Antiguo Testamento era el cordero utilizado allá por el pueblo de Israel. Y acá vemos ese Cordero en el Apocalipsis, lo vemos ya saliendo del Trono de Intercesión, y dice Juan que oyó a uno de los ancianos que le dijo: “Juan, no llores más; he aquí el León de la tribu de Judá.” Cuando él mira, dice que vio un cordero, un cordero como ensangrentado que tenía siete cuernos y siete ojos. Ese Cordero es nada menos que el Señor, pero es representado por esos símbolos bíblicos que hablan de cosas grandes, de cosas importantes que corresponden al Señor.
Por ejemplo, los siete cuernos del Cordero representan las siete edades; y los siete ojos representan a los siete mensajeros, pues los siete ojos dice que son los siete espíritus de Dios que recorren toda la Tierra; los siete espíritus de Dios que han recorrido toda la Tierra en la trayectoria apocalíptica desde el Oriente hasta el Occidente. Es en el Occidente que el séptimo ojo del Cordero, el séptimo espíritu del Señor, porque dice que esos siete ojos son los siete espíritus del Señor, los siete espíritus de Dios; cuando se habla de un espíritu del Señor o del espíritu del Señor o de los siete espíritus del Señor se está hablando de mensajeros del Señor, de hombres enviado por el Señor para traer la Palabra de Dios.
Por eso, los siete espíritus del Señor que recorren toda la Tierra son los siete mensajeros del Señor que desde el Oriente hasta el Occidente han estado recorriendo la Tierra con la Palabra de Dios, para llamar a los escogidos del Señor en cada tiempo. Eso es lo que ha estado pasando en la trayectoria apocalíptica desde el Oriente hasta el Occidente.
Vemos entonces que en esa trayectoria apocalíptica el Señor ha estado manifestándose, ha estado manifestándose a través de cada uno de Sus mensajeros. El primer mensajero estuvo en el Oriente, porque la trayectoria apocalíptica comenzaría en el Oriente; pero su destino final sería el Occidente, pues en el Occidente sería que la Venida del Señor resplandecería como el relámpago.
Así que, la trayectoria apocalíptica traza una trayectoria exacta de Oriente a Occidente, y como es una trayectoria divina, como es la trayectoria del Señor, podemos entonces ver en esa trayectoria la Obra que Dios ha estado llevando a cabo. Podemos ver la manera en que Él ha estado llevándola a cabo, y podemos ver los resultados en cada etapa, los resultados de esa Obra.
Podemos ver que cuando el primer espíritu del Señor se manifestó para llevar a cabo la obra que le correspondía, se manifestó en el apóstol Pablo. Vimos la gran obra apostólica que hizo el apóstol Pablo, llamó por su mensaje a todos los que estaban escritos en el Libro de la Vida; ahí vinieron los escogidos y también vinieron personas que no correspondían al grupo pequeño de los escogidos, pero que estaban escritos en el libro de la vida.
También vemos una cosa muy importante que no debe ser pasada por alto, pues el Señor Jesucristo habló de eso: fue que también la cizaña brotó en aquel tiempo, brotó en aquel tiempo y vemos que se manifestó a través de la trayectoria apocalíptica. Y esto concuerda con las palabras del Señor Jesucristo que dijo que la misma agua y el mismo sol que descendería, sería utilizado por el trigo y también por la cizaña. Pero dice el Señor que le preguntaron al dueño, al dueño de todo, le preguntaron y le dijeron: “¿Quieres que arranquemos la cizaña?” Él dijo: “No, porque arrancando la cizaña pueden también arrancar el trigo; dejen la cizaña crecer juntamente con el trigo hasta el tiempo del fin,” porque en el tiempo del fin el Hijo del Hombre enviará a Sus Ángeles, y entonces, siendo el tiempo del fin es el tiempo de la cosecha, y siendo el tiempo de la cosecha los Ángeles se encargarán de llevar a cabo la cosecha.
Así que esa es una labor para el tiempo final, para cuando la trayectoria apocalíptica esté recorriendo el Occidente; cuando esté el Apocalipsis manifestándose en el Occidente, entonces será el tiempo de la cosecha. Y el Hijo del Hombre enviará a Sus Ángeles, y Sus Ángeles son Apocalipsis 11, son Moisés y Elías, son los dos Olivos, son los dos Candeleros, los dos Candeleros para alumbrar, los dos Olivos correspondientes al ministerio final del Señor.
Cuando Zacarías preguntó por los dos Olivos, Él les dijo, el Señor les dijo: “¿No sabes quiénes son, qué son los dos Olivos?” Él dijo: “Yo no sé qué son los dos Olivos.” Él les dijo: “Estos son (¿son qué?) …” vamos a leerlo directamente allá en la Biblia, en Zacarías, y veremos lo que dijo el Señor que son los dos Olivos. Fueron representados en forma simbólica: dos olivos. En el Apocalipsis, capítulo 11, también habla de los dos olivos, y dice Zacarías, capítulo 4, verso 12 al 14, dice:
“Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro (el oro, usted sabe lo que significa, el oro habla de deidad) vierten de sí aceite como oro?
Y me respondió diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no.
(Y para los que no saben lo que esto es…) Y el dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.”
Son los que están delante del Señor de toda la Tierra. Así que, vemos que están delante del Señor estos dos Olivos, estos dos hijos de aceite, hijos de aceite. Recuerden que el aceite y con el aceite es que se unge, así que estos hijos de aceite tienen entonces una labor para llevar a cabo en un tiempo señalado por el Señor.
Ahora en Apocalipsis, capítulo 11, verso 3, nos dice de la siguiente manera:
“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.
Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.”
Ahora vean ustedes que estos dos Olivos o dos Candeleros son los dos Testigos, son los que tendrán un ministerio profético, así que vemos entonces que estos símbolos bíblicos apocalípticos de dos olivas y dos candeleros son símbolos del Antiguo Testamento que representan ¿qué? representan un ministerio profético que habrá en el tiempo final, cuando el Apocalipsis haya recorrido su trayectoria desde el Este hasta el Occidente. Cuando se encuentre en el Occidente el Apocalipsis manifestándose, ya entonces concluye el ministerio de los siete espíritus del Señor y solamente entonces Dios tiene Sus dos Testigos, Dios tiene Sus dos Olivas, Sus dos Candeleros, para manifestar Su poder, Su Gloria, porque son los que están delante de la Presencia del Señor.
Son como los dos querubines que estaban allá en el Antiguo Testamento delante de la Presencia del Señor, así es el ministerio apocalíptico de los dos Olivos o dos olivas. Es un ministerio que estará sobre la Tierra para llevar a cabo una obra en específico, llevará a cabo una obra cuando ya las edades de la Iglesia gentil hayan terminado. Por eso es que el ministerio de las dos Olivas o dos Olivos será el ministerio más grande y más importante del ministerio apocalíptico; por eso es que la trayectoria del Apocalipsis desde el Oriente hasta el Occidente a nosotros en este tiempo final nos sitúa en la posición apocalíptica más importante de todas.
Recuerden que a medida que el Apocalipsis ha ido recorriendo su camino cosas apocalípticas han ido cumpliéndose, cada una de ellas en su lugar correspondiente. Hoy en día nos encontramos viviendo en un continente en donde la realidad apocalíptica está siendo experimentada. No podemos negar esta realidad, y como no la podemos negar entonces nos enfrentamos a ella.
Tenemos que comprender que a medida que ha ido recorriendo su trayectoria el Apocalipsis algo muy importante ha estado moviéndose, y es la religión. El aspecto religioso es una cosa muy importante en la trayectoria apocalíptica, pues Dios ha estado moviéndose en el aspecto religioso para traerles a Sus hijos Su Palabra, Su mensaje, para que Sus hijos puedan escuchar Su Voz, porque las ovejas del Señor oyen la Voz del Señor y la siguen; y esto está manifestado desde el Oriente hasta el Occidente, es el aspecto espiritual o religioso el cual vemos siendo enfocado en el Apocalipsis.
Y cuando el Apocalipsis ha recorrido esa trayectoria desde el Oriente hasta el Occidente, queda entonces una historia clara y completa del recorrido apocalíptico, en donde podemos ver la Obra que Dios ha hecho, podemos ver a los hijos de Dios que han sido manifestados en esa trayectoria apocalíptica, podemos ver la manera en que Dios ha estado tratando a través de toda esa trayectoria. Podemos ver los instrumentos que Dios utilizó en esa trayectoria, podemos ver que Dios utilizó desde el Oriente hasta el Occidente a siete grandes mensajeros en los cuales los siete espíritus de Dios, uno en cada mensajero, estuvo manifestado; y podemos ver las siete grandes etapas en las cuales Dios se manifestó utilizándose Su espíritu manifiesto en cada mensajero. Podemos ver la manera en que Dios llamó las ovejas de Su redil, podemos ver las bendiciones que Dios derramó sobre ellos; podemos reconocer todo eso, pues ya es historia.
Y la historia, la historia, cuando es dada a conocer, entonces se recibe.
Entonces, esa historia queda grabada como los eventos acontecidos en la trayectoria apocalíptica, y entonces podemos tomar esos eventos y los que compusieron esos eventos, y colocarlos en el Apocalipsis y reconocer en qué parte del Apocalipsis ellos estuvieron manifestados. Y podemos también ver y reconocer los grandes eventos apocalípticos, y los grandes personajes apocalípticos que tuvieron parte en esa historia apocalíptica.
También vemos que luego de esa gran trayectoria apocalíptica desde el Oriente hasta el Occidente, ahí en el Occidente, terminando un recorrido apocalíptico en cuanto a una obra que el Señor estaría haciendo para construir Su Iglesia, Su Templo, y en donde también vimos la oposición que hubo en cada una de las etapas, porque el trigo y la cizaña estaban juntos, entonces la cizaña combatió al trigo para estorbarle, para que no pudiera llevar a cabo la obra que tenía que ser llevar a cabo. Encontramos que todo eso está en la historia apocalíptica.
En palabras más claras: en este tiempo final podemos tomar el Apocalipsis y ver el recorrido desde el Oriente hasta el Occidente y colocar cada porción apocalíptica a los eventos ocurridos en toda esa trayectoria. ¿Y qué de las cosas que no pueden ser aplicadas al pasado? Entonces son aplicadas al presente o al futuro. Porque el Apocalipsis nos habla del pasado, del presente y también el futuro.
Por lo tanto, el aspecto religioso es el aspecto principal que trata el Apocalipsis. El ser humano de por sí es religioso, el ser humano dentro de él tiene la inclinación religiosa. Y eso porque cuando Dios hizo al hombre, lo hizo con esa naturaleza; por eso es que cualquier hombre, vaya o no vaya a una iglesia, sabe que existe un Dios, sabe que existe un mundo espiritual; y él, consciente o inconscientemente, siempre en su vida expresa esos rasgos religiosos, ya sean correctos o incorrectos, pero él por dentro tiene esa tendencia religiosa a causa de su naturaleza espiritual.
Es que Dios hizo al hombre de esa manera, para que el hombre pudiera buscar a Dios, pues, ¿cómo el hombre va a buscar a Dios y cómo el hombre va a servir a Dios si no tiene una tendencia religiosa? Tiene que tenerla, para entonces buscar a su Creador, para entonces adorar a su Creador.
Así que, podemos ver que el Apocalipsis nos muestra una trayectoria religiosa desde el Oriente hasta el Occidente. En esa trayectoria religiosa podemos ver un sinnúmero de pruebas, de persecuciones por las cuales pasaron los hijos de Dios. Vemos que en el aspecto religioso llegó a tal grado la persecución religiosa, los problemas religiosos, que hasta en el mismo Cristianismo hubo muertes por celo religioso, hubo persecuciones religiosas, hubo matanzas religiosas, a tal grado, que pasan de millones de personas los que murieron en esas persecuciones, en esas guerras religiosas. El Apocalipsis nos señala esas guerras religiosas, aún señala que los hijos de Dios que murieron en esas guerras religiosas que desataron sobre ellos, dice el Apocalipsis que la sangre de ellos será vengada.
Así que nos habla el Apocalipsis de todos los aspectos, en cuanto a religión, nos habla del grupo de los escogidos, y también nos habla del grupo de los enemigos del pueblo de Dios, o sea nos habla del trigo y nos habla también de la cizaña. Nos habla también de las bendiciones que vienen y que a través de las edades esas bendiciones las recibieron el trigo y también la cizaña; pero también nos habla que, en el tiempo de la cosecha, en el tiempo del fin, habrá un cambio, y que la cizaña y el trigo serán separados. Al ser separados entonces las bendiciones de Dios solamente serán recibidas por el trigo, por los hijos de Dios; y los juicios de Dios serán recibidos por la cizaña.
Porque el Señor hará la separación enviando Sus Ángeles con gran Voz de Trompeta, la separación la hacen los Ángeles del Señor. Y entonces vendrá bendición para los hijos de Dios, para el trigo, y juicio divino para la cizaña; eso lo que está señalado en la promesa para los últimos días.
Por lo tanto, si el sol tiene esa mancha gigante, la más grande en toda la historia, de alguna manera fue colocada esa mancha, algo ha tratado de opacar al sol, de echar una mancha sobre el sol, y eso ahora producirá, según los científicos, juicio, problemas sobre la raza humana. Todo eso refleja lo espiritual.
Así que, encontraremos que alguna cosa, de alguna manera, por alguna causa, ha de venir el juicio divino.
Así que, vemos, sabemos, entendemos que cuando se trate de opacar, se trate de producir eso sobre el sol espiritual, eso ocasionará juicio sobre gentes, sobre pueblos, sobre naciones que traten y que hagan y que traten de producir eso que se ve en el sol. Porque con eso tratarán de opacar la luz del sol, tratarán de producir una mancha sobre el sol. Todo eso en lo espiritual tiene un significado muy grande; pero eso automáticamente producirá juicio divino sobre gentes, sobre pueblos, sobre naciones.
Bueno, ¿y qué del continente de que vivimos? El continente en el que vivimos, el continente occidental, será un continente en donde los juicios divinos también han de caer. Pero: “No temáis, manada pequeña; porque al Padre le ha placido darles el Reino.” Así que, no hay motivo para estar con miedo, no hay motivo para estar temerosos, sino felices y contentos porque el juicio caerá sobre la cizaña, no sobre el trigo; por eso es que el apóstol Pablo decía: “Ustedes no son hijos de las tinieblas sino hijos de la luz, hijos del día,” ¿para qué? Para heredar las bendiciones de Dios, para salud; no hijos de la noche y de las tinieblas, porque los hijos de la noche y de las tinieblas son hijos para juicio, son hijos en donde los juicios divinos han de caer; porque el que está de noche y el que está ciego, caminando tropieza.
Así que, no hay motivo para tener temor. Estamos conscientes que los juicios divinos han de caer sobre la Tierra, eso es inevitable. Pero el Señor dijo: “Velad y orad en todo tiempo que seáis tenidos por dignos de evitar todas las cosas que han de venir sobre la Tierra, y estar en pie delante del Hijo del Hombre.” ¿Por qué? Porque el Hijo del Hombre enviará a Sus Ángeles con gran Voz de Trompeta, y juntará a todos los escogidos, ¿para qué? para evitar los juicios divinos que han de caer sobre esta Tierra.
Así que, no hay ningún problema, no hay ningún motivo para usted estar con miedo, sino más bien es motivo para estar felices, para estar contentos, al saber que nuestras oraciones han llegado a la Presencia de Dios, pues nuestras oraciones han sido siempre: “Queremos ser tenidos por dignos de evitar todos los juicios divinos que han de venir, y queremos estar en pie delante del Hijo del Hombre en Su venida, queremos ser recogidos por los Ángeles del Señor, queremos ser recogidos como el trigo es recogido.”
Y luego, usted sabe que también los Ángeles se encargarán de traer el juicio para la cizaña.
Por eso es que el Apocalipsis, cuando se encuentre en el Occidente, se encontrará en la manifestación más grande y más amplia de la revelación apocalíptica, que es la revelación de Jesucristo. Y estaremos experimentando en el Occidente la revelación de Jesucristo más amplia, más grande de toda la historia apocalíptica. Es en el Occidente en donde se verá esa grande manifestación, es en el Occidente en donde podremos entender la trayectoria que tomó el Apocalipsis, y es en el Occidente en donde podremos entender lo que estará aconteciendo conforme al Apocalipsis; es en el Occidente en donde podremos ver el Apocalipsis siendo manifestado, y podremos no solamente verlo sino entenderlo porque nos será enseñado lo que estará aconteciendo en este tiempo conforme al Apocalipsis.
Entenderemos todo lo que ha de acontecer, ya entenderemos lo que aconteció y también lo que estará aconteciendo, entonces sabremos cómo agradar a Dios. Conoceremos la Obra de Dios, estaremos en la Obra de Dios, trabajaremos en la Obra de Dios, y sabremos cómo defendernos de la obra del enemigo que tratará de hacer en contra de los elegidos del Señor; conoceremos también todas las artimañas del enemigo, ¿para qué? para no dejarnos engañar. Porque para los últimos días el Señor dijo que el enemigo engañaría, si fuera posible, aún a los escogidos; si fuera posible, pero no será posible porque los escogidos tendrán un conocimiento claro y completo de la Obra de Dios y también conocerán las artimañas del enemigo para no dejarse engañar del enemigo.
Así que, los hijos de Dios conocerán la Obra de Dios y también conocerán la obra del enemigo para rechazarla. Así que los hijos de Dios han de tener una victoria muy grande, será una victoria en el Amor divino, será una victoria tan grande cual nunca la hubo.
Porque los escogidos tendrán todo ese conocimiento de la trayectoria apocalíptica, tendrán el conocimiento de la religión en la trayectoria apocalíptica. No podemos desunir, desligar la religión, el asunto espiritual religioso del Apocalipsis, porque ese es el tema principal del Apocalipsis: la religión, el tema religioso es el tema principal. Y es en el aspecto religioso en donde todos los seres humanos son envueltos: unos en lo verdadero, otros en la falso, pero todo está relacionado, está ligado a religión, y el Apocalipsis trata ese tema de religión de una manera amplia. Por eso tenemos en el Apocalipsis todos esos símbolos del Antiguo Testamento, de la religión del pueblo hebreo, porque todo eso del pasado se repite en el Nuevo Testamento.
Por ejemplo, tenemos ahí (para tocar solamente así por encima) el aspecto religioso de la obra del enemigo se nos muestra tomando los símbolos del Antiguo Testamento, tomando a una reina llamada Jezabel, y ese símbolo de una mujer, de una reina, viene al Nuevo Testamento a la trayectoria apocalíptica a significar, a representar algo del campo religioso, del campo espiritual, pero de la obra del enemigo. También habla de Acab y habla de todas esas cosas, habla de la doctrina de los nicolaítas, habla también de la doctrina o de la enseñanza de Balaam; todo eso del Antiguo Testamento es traído a la trayectoria apocalíptica, porque la trayectoria del Antiguo Testamento es recorrida también en el Nuevo Testamento, y lo del Antiguo Testamento viene a ser tipo y figura de las cosas del Nuevo Testamento, tanto las cosas buenas como las cosas malas; tanto las cosas de Dios, de la Obra de Dios, como las cosas del enemigo con la obra del enemigo.
Así que, el Apocalipsis de Oriente al Occidente nos traza una línea clara de la Obra de Dios y la obra del diablo. También nos muestra a los hijos de Dios y a los hijos del diablo; también nos muestra las recompensas para los hijos de Dios y las recompensas para los hijos del diablo. Cuando decimos “los hijos de Dios” es una palabra que suena muy agradable, que suena muy bonita; pero cuando decimos “los hijos del diablo” a nadie le gustaría escuchar esa palabra; pero el mismo Señor Jesucristo dijo que había hijos de Dios y había hijos del diablo. Así que, cuando decimos “los hijos del diablo,” pues estamos hablando de los hijos del diablo; pero cuando decimos “los hijos de Dios,” estamos hablando de todos ustedes y de todos los que están escritos en el Libro de la Vida, en el Libro del Señor. Así que eso es de esa manera, y no se puede explicar de otra manera.
Así que, sea usted un hijo de Dios, y a usted nunca le molestará saber que hay hijos del diablo.
Ahora también vemos las recompensas para los hijos de Dios y las recompensas para los hijos del diablo, así que hay recompensas para todas las personas; porque toda obra tiene una recompensa, y todo ser humano que ha venido vivir en esta Tierra ha hecho una obra. Por eso dice la Escritura que toda persona dará cuenta al Señor por toda obra que ha hecho, sea buena o sea mala. Así que hay recompensa para las obras buenas y hay recompensas para las obras malas, así que no se preocupe que cada uno tendrá su recompensa según fuere su obra.
“LA RELIGIÓN, LA RELIGIÓN EN LA TRAYECTORIA APOCALÍPTICA.”
Vea usted todas las cosas que nos muestra el Apocalipsis, o la trayectoria del Apocalipsis en cuanto a religión. Hay muchas personas que dicen: “Yo no quiero saber de religión.” Obligatoriamente toda persona estará metido, quiera o no quiera, en religión. Quiera o no quiera estará metido ahí, ya sea que vaya o no vaya a ninguna iglesia; pero cada persona tiene su manera de pensar en cuanto a las cosas espirituales, y eso es religión también. Así que, quiera o no quiera estará ahí dentro, y en eso estará, vamos a decir: de un lado o de otro lado, estará del lado verdadero o del lado equivocado.
Así que, cuando hablamos de religión, ahí nos referimos a todo en general, al asunto religioso en cuanto al Cristianismo, ya sea correcto o erróneo. Porque el Cristianismo desde que comenzó, desde el Oriente hasta el Occidente, se ha estado moviendo con las dos vides y con las dos simientes: con el trigo y con la cizaña, por lo tanto ha tenido la verdad y también el error dentro del Cristianismo, dentro de la religión.
Pero, lo más grande es en el tiempo final, porque en el tiempo final es que el Señor hace la separación; y es ahí en el tiempo final en que el Señor da a conocer toda la trayectoria apocalíptica desde el Oriente hasta el Occidente; es ahí entonces el tiempo grande y glorioso, es ahí el tiempo que todos estaban esperando, todos los profetas esperaban por este tiempo. Pero ellos solamente lo saludaron de lejos en sus visiones y en sus sueños; ellos solamente pudieron hacer eso, aunque sabían que venía ese tiempo.
Juan el discípulo amado, que fue de los más o el más que vio con relación a este tiempo final, él fue transportado a este tiempo final para ver en visión todas estas cosas de este tiempo final; él vio también toda la trayectoria apocalíptica, por eso la escribió ahí, aunque la escribió en símbolos, porque lo que él vio fueron los símbolos de lo que sería la realidad apocalíptica en su trayectoria.
Así que, la realidad la vivirían las personas que estuvieran viviendo en los lugares, en las áreas donde el Apocalipsis fuera moviéndose. Hoy en día estamos viviendo en el continente en donde el Apocalipsis está abierto, está manifestándose para cumplir los símbolos correspondientes que señalaron lo que acontecería en el continente occidental. Así que, tenemos que estar bien despiertos porque estamos viviendo, estamos viviendo lo que se convertirá en la historia apocalíptica del Occidente; pero antes de convertirse en historia, primero es realidad. Estamos viviendo la realidad apocalíptica del Occidente, y a medida que la vivimos, se va convirtiendo en historia.
Así que, el Occidente ya tiene historia apocalíptica, porque ya tiene una grande porción apocalíptica que se le ha cumplido, más lo que le falta. Así que, estemos bien alertas porque la trayectoria del Apocalipsis ha llegado hasta nuestro continente. Nuestro continente está actualmente viviendo, y todo lo relacionado a nuestro continente conforme al Apocalipsis, será realizado, será manifestado. Nosotros tomemos la parte buena, la parte de bendición que nos ha tocado conforme al Apocalipsis, porque nos ha tocado vivir en un lugar, en un continente, en donde el Apocalipsis pasaría en su trayectoria; y eso es motivo para estar feliz y contento, porque estamos en el lugar en donde ha llegado el Apocalipsis en su trayectoria.
Hay muchísimas promesas apocalípticas, las cuales algunas ya nos han sido cumplidas, otras están por cumplirse. Así que, estamos siempre a la expectativa, pendiente siempre a la manifestación, a la revelación de Jesucristo, a la revelación apocalíptica, porque somos parte de la revelación apocalíptica, de la realidad apocalíptica en la trayectoria del Apocalipsis desde el Oriente hasta el Occidente.
Estamos viviendo en el sitio de la manifestación apocalíptica, por lo tanto, entendamos bien que el Apocalipsis desde el Oriente hasta el Occidente, nos presenta un panorama de religión el cual recorre toda la trayectoria apocalíptica desde el Oriente hasta el Occidente. Y Dios ha estado en ese aspecto religioso, en ese aspecto espiritual, en toda esa trayectoria, teniendo una parte bien importante; y la otra parte la ha tenido el enemigo; o sea que siempre que Dios se ha movido en algo, el enemigo se ha movido para combatir eso que Dios está haciendo.
Y lo que Dios esté haciendo en este tiempo va ser combatido por el enemigo, así que lo vamos a vigilar bien para, ¿para qué? Para salir nosotros en victoria; porque el que venciere heredará todas las cosas. Así que vamos a vencer porque Él ha dicho que somos más que vencedores.
Así que, no quiere decir que no vamos a luchar, sino que vamos a vencer; y para vencer hay que luchar. Usted no puede decir que es un vencedor sin haber luchado. En el aspecto de religión, en el aspecto religioso, habrá una lucha, habrá una batalla; pero usted y yo con la verdad pelearemos, lucharemos con la verdad en nuestra boca y en nuestra mano y en nuestro corazón, lucharemos con la verdad dentro de nosotros, y nada se puede encontrar la verdad sino por la verdad. Eso quiere decir que los que tengan la verdad serán personas vencedoras en esa gran batalla que ha de haber en estos días finales.
Será la batalla más grande jamás peleada, pero también será la victoria más grande jamás obtenida, porque será la victoria más grande que se tendrá en el Amor divino. Será la victoria del Amor divino, y esa la lucharemos y la pelearemos con la Palabra de Dios en nuestro corazón, en nuestra boca, y en nuestra mano; amando a todas las personas, así es como se pelea esta batalla, así es también como también se va a obtener la victoria, así es que hemos de vencer.
“LA RELIGIÓN EN EL APOCALIPSIS DESDE EL ORIENTE HASTA EL OCCIDENTE.”
Dios nos bendiga, Dios nos guarde, y nos ayude para estar siempre del lado de la Palabra, del lado de la verdad, porque el Señor dijo: “Conoceréis la verdad, y la verdad os libertará.”
Así que, ya sabemos que no hay porqué tener miedo, sino todo lo que hay es para tener alegría, para tener regocijo, para estar felices y contentos en nuestro tiempo. En este tiempo pelearemos esa batalla, pero la pelearemos conscientes de que es una batalla y que es en el Amor divino. Así que, no tenga miedo, no tenga temor, porque vamos a ganar la batalla. No se vaya a acobardar cuando vea la lucha en la cual tendremos que entrar, porque va a haber un momento de batalla, de lucha, lo que fue dicho “una apretura,” pero saldremos victoriosos; tendremos la victoria, venceremos en el Nombre del Señor.
Bueno, nuestro hermano Bermúdez parece que en esta mañana o en este día me está haciendo lo que muchas veces hace, y es que cuando le digo que ya estamos terminando, mientras estamos predicando lo veo por ahí, pero cuando le digo que ya estamos terminando o que hemos terminado, entonces se esconde y no sé por dónde va a salir, y no sé si está cerca, o se fue para que siga hablando, pero yo creo que ya con lo que hemos hablado es suficiente.
Vimos el Apocalipsis y su trayectoria de Oriente hasta el Occidente en el aspecto religioso. Es un aspecto muy importante, es el aspecto principal del Apocalipsis en su trayectoria, así que, vemos la parte espiritual o religiosa correspondiente para este tiempo, y cómo tenemos nosotros que situarnos al lado de la Obra de Dios en el aspecto éste, y así poder entonces salir victoriosos en la batalla, en esta lucha, en esta batalla del Amor divino.
Bueno, Dios les bendiga a todos, Dios les guarde, y dejo con ustedes a nuestro hermano Miguel Bermúdez quien ha de concluir en esta mañana, y ya mañana en la mañana continuaremos con este tema del Apocalipsis de Oriente a Occidente.
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